REDACCIÓN.- Bajo el título Sexualidad en las personas mayores. Estrategias y consejos prácticos para una vida plena, el Colegio de Enfermería de Guipuzcoa acoge esta tarde una charla con la que se pretende animar a las personas mayores a que superen tabús y consulten a los profesionales de la salud sobre cualquier síntoma, inquietud o miedo que sientan con respecto a la sexualidad, al igual que lo hacen respecto a otros temas o patologías.
Cada etapa de la vida tiene sus peculiaridades y la sexualidad no es ajena a esta realidad. “La vida sexual del ser humano es algo flexible, cambiante y en permanente proceso de transformación. El desarrollo sexual es fruto de la persona y su modo de actuar, de la relación con su medio y de las circunstancias que de él emanan”, explica Amagoia Murumendiaraz, médico generalista. La especialista subraya además que la sexualidad “va más allá del acto sexual”.
Murumendiaraz explica que, algunos de los factores que influyen en la actividad sexual del adulto mayor, son: conducta sexual durante su vida anterior (especialmente entre los 20-40 años), la posibilidad de tener pareja, las creencias, el estado general de salud o el conocimiento de los cambios fisiológicos. Es por ello importante –añade-, “que consulten y pregunten a los profesionales en relación a los síntomas, las inquietudes, los miedos… Así como que se facilite la comunicación en pareja, y en el entorno familiar y social”.
Consejos enfermeros
Respecto a los principales consejos de cara a mantener una buena capacidad física, Naroa Amiama, enfermera especialista en Geriatría de Matia Fundazioa, subraya que “está demostrado que una dieta equilibrada, el ejercicio practicado regularmente y mantener las aficiones y relaciones sociales influyen positivamente en la salud y en la manera de envejecer. En caso de tener alguna patología crónica como diabetes o hipertensión arterial –matiza-, tenemos que cumplir con el tratamiento prescrito por el médico”.
Amiama recuerda que, evidentemente, los cambios fisiológicos que vivimos con el paso de los años afectan a la sexualidad. “Si bien es cierto que el desarrollo de las últimas décadas ha mejorado la calidad de vida y ahora contamos con más información sobre cómo cuidarnos. El envejecimiento activo consigue que estemos mejor de salud y esto también repercute en nuestra vida sexual. Hoy en día hay personas con 70 años que se cuidan mucho y, además de parecer más jóvenes, están más activos física y sexualmente”, agrega.
Convivencia en las residencias
En cuando a la manera en la que es abordada la sexualidad de los mayores en los centros sociosanitarios y residencias, la enfermera subraya que “en las residencias tenemos todavía mucho camino que recorrer”. Amiama recuerda que cuando ingresa una pareja no dispone de cama de matrimonio “por lo que no se les facilita la oportunidad de ser activos sexualmente”.
La enfermera especialista en geriatría matiza, además, que “cuando surgen nuevas parejas todavía nos escandalizamos si los vemos besándose o acaraciándose, dando lugar incluso a bromas entre sus compañeros residentes. Tenemos que ofrecerles la intimdad que necesitan y, para ello, tenemos que formar a los trabajadores, a las familias e, incluso, a la sociedad”, concluye.