ÁNGEL M. GREGORIS.- “El principal problema del suicidio es el tabú que todavía supone para la sociedad”, afirma Francisco Megías, miembro de la Asociación Nacional de Enfermería en Salud Mental, a raíz de la celebración del XVI Congreso Mundial de Psiquiatría que se celebró en Madrid. Durante una de las ponencias, Jerónimo Saiz, jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid, ha destacado que “los medios de comunicación trabajan estos temas de forma cerrada por miedo a que se genere un efecto contagio”.
Mientras que la mayoría de medios ha decidido no hablar de suicidios, los expertos sanitarios creen que esta posición es errónea porque “no dan a conocer un problema real que las instituciones y la sociedad en general tienen que saber”, subraya Saiz. En esta misma línea está la opinión de Francisco Megías, que “considera que hablar abiertamente de ello en medios de comunicación lo desmitificaría y ayudaría a dejar de verlo como la ‘salida excepcional a los problemas’, ya que esta concepción del suicidio tiene mucho peso a la hora de decidir atentar contra uno mismo.
Como solución a esto, Saiz ha apostado por “no difundir datos alarmantes y limitar las informaciones a descripciones asépticas”. “Siempre nos informan del número de fallecidos en accidentes y nunca de aquellos casos en los que una persona se ha quitado la vida, siendo este un problema de salud pública de primer orden”, ha concluido.
Diez suicidios al día en España
Actualmente, según ha especificado Jerónimo Saiz en el congreso de Psiquiatría, se suicidan diez personas al día en España. La mayoría padece una patología mental, por lo que es imprescindible llevar a cabo una detección precoz del riesgo potencial en aquellos casos susceptibles. “Es posible hablar de prevención individual, en la que se puede ayudar a gestionar emociones, manejar las relaciones u ocupar la vida diaria; y de prevención colectiva, en la que hay que dejar de evitar hablar del suicidio y actuar sobre las causas sociodemográficas que afectan a la población como la pobreza, la falta de escolarización, el desempleo…”, explica Megías . Son muchos los organismos y grupos de expertos que recomiendan que se intenten prevenir los suicidios porque muchos de ellos son el resultado de situaciones mantenidas en el tiempo en las que la persona ha soportado emociones muy negativas, frustración y tristeza, entre otras, y podrían evitarse.
Jerónimo Saiz ha subrayado en su intervención que además de la detección de los suicidios, “es muy importante el sufrimiento de las personas allegadas que sobreviven a un suceso de este tipo por el desgaste mental e ideas de autoculpabilidad que se generan”. Una vez que se produce el suicidio, los profesionales deben saber cómo tratar a los familiares y, en estos casos, las habilidades de comunicación son fundamentales. “Lo más importante es decir la verdad porque los eufemismos no ayudan. Además, no se debe evitar hablar de lo sucedido, pero tampoco forzarlo, es decir, si la carga de angustia es mucha, puede ser recomendable no hablar abiertamente de todo lo sucedido”, subraya Megías.