ALICIA ALMENDROS.- “La situación del Sistema Nacional de Salud español es crítica”. Así lo muestra el Informe sobre el sistema sanitario: situación actual y perspectivas para el futuro elaborado por el Consejo Económico y Social de España (CES). La pandemia de COVID-19 sumada a los recortes que se venían haciendo en sanidad desde la crisis de 2008 han puesto de manifiesto las debilidades de un sistema cuya percepción entre la población es cada vez más negativa.
“Hemos decidido hacer este informe porque es el momento de oportuno de echar una mirada al conjunto del sistema nacional de salud ya que creemos que es uno de los pilares de la transición democrática y un motor muy poderoso para la actividad económica, el dinamismo y la productividad. Es necesario que esté en la agenda política, ya que tiene gran importancia para el crecimiento de la economía del país”, expone Anton Costas, presidenta del Consejo Económico y Social de España (CES).
“El SNS ha gozado tradicionalmente de buena reputación. Pero en los últimos años la preocupación de la ciudadanía sobre su deterioro va en aumento”, resalta Félix Martín, presidente de la Comisión de Trabajo para la elaboración del Informe sobre el sistema sanitario: situación actual y perspectivas para el futuro.
Asignaturas pendientes
El documento repasa el perfil sanitario de la población en España a partir de los principales indicadores que informan sobre el estado de salud de la población.
En lo que se refiere a los recursos humanos, el sistema sanitario español enfrenta una crisis que requiere atención prioritaria para garantizar la calidad y accesibilidad a una atención sanitaria. En relación con la población, que ha aumentado en las últimas décadas, según Eurostat en 2021, la tasa por cada 1000 habitantes era de 4,5 médicos y de 6,4 enfermeras por mil habitantes. Si en el caso del personal médico se trata de valores por encima de la media europea, no ocurriría lo mismo con el de enfermería. A pesar del crecimiento de la tasa de enfermeras por 1.000 habitantes (1,2 puntos desde 2012) España se sigue situando entre los países algo por debajo del promedio europeo.
Según el Informe Anual del SNS 2022 (MS, 2023), en 2021 se contaban 212.735 profesionales de medicina en ejercicio en España, de los que el 79 por 100 presta sus servicios en el SNS, que arroja una tasa de 3,5 médicos /1.000 habitantes. Por su parte, en ese mismo año se contaban 300.567 profesionales de enfermería en ejercicio en labores asistenciales. El SNS cuenta con 4,7 enfermeras por cada 1000 habitantes (3,7 en hospitales y 0,7 en AP).
“El informe requiere de un incremento sustancial en enfermería en el sistema, poner soluciones para evitar esa fuga de talento y repensar o darle una vuelta al acceso a las universidades tanto de profesionales de enfermería como de medicina, porque no podemos permitir que muchas personas que quieran estudiar estas profesiones no puedan hacerlo”, sostiene Martín.
Desafíos
Y es que pesar del crecimiento del sector sanitario en las últimas décadas, persisten desafíos como el déficit de especialistas en medicina o enfermería, así como de otras profesiones sanitarias; la inminente jubilación de una parte importante de la fuerza laboral y la falta de relevo generacional en algunas especialidades. Además, la falta de atractivo en ciertas áreas y ubicaciones geográficas, junto con la emigración de talento, agravan la situación.
“Para abordar estos problemas, se requieren cambios en múltiples áreas, incluyendo la regulación, planificación y gestión de recursos humanos. Es fundamental mejorar las condiciones laborales, la estabilidad del empleo y la conciliación trabajo-vida personal para hacer más atractivas las plazas menos demandadas. Además, se deben diseñar incentivos para cubrir puestos en zonas geográficas subatendidas y evitar la rotación excesiva, especialmente en áreas rurales”, asegura Martín.
La disponibilidad de recursos suficientes para satisfacer las necesidades de la población y promover la prevención en salud es un requisito imprescindible para ofrecer una atención sanitaria de calidad. El informe resalta, además, que la planificación y el desarrollo de los recursos humanos debe adaptarse a la evolución de la población y los cambios sociales. En paralelo al proceso de envejecimiento de la población, el aumento de la edad media de los profesionales de la salud y su llegada a la edad de jubilación auguran un escenario de problemas de cobertura de plazas, particularmente agudo en el caso de algunas especialidades y territorios, que ya se está haciendo notar principalmente en municipios de pequeño tamaño y entornos rurales.
Salud Mental
La preocupante de la salud mental e España y la insuficiencia de los dispositivos existentes para su correcta atención es analizada es un apartado específico de este capítulo, que termina abordando las mejoras necesarias en la prestación farmacéutica, los desafíos del acceso en igualdad al medicamento y la política de uso racional del mismo. Se hace asimismo especial hincapié en la coordinación interniveles de atención (AP, Especializada, Hospitalaria, Mental y atención sociosanitaria), que tan necesaria se ha mostrado durante la pandemia.
“Es una realidad preocupante. El coste directo es de 4,2% del PIB, eso significa unos 60.000 millones de euros al año. Y eso sin tener en cuenta el coste indirecto de las horas, la productividad… elementos a los que hay que prestar una atención creciente”, resalta el presidente del Consejo Económico y Social de España (CES).