EUROPA PRESS.- Dos estudios en los que han participado investigadores del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO) y del Hospital Quirónsalud de Barcelona han desarrollado dos nuevas terapias que han mostrado beneficios en pacientes de un cáncer de mama agresivo (HER2+) en metástasis.
Los trabajos, publicados en New England Journal of Medicine y presentados en el congreso San Antonio Breast Cancer Symposium 2019, ya suponen un aumento en las opciones terapéuticas para pacientes en las que la enfermedad había progresado con los tratamientos anteriores, por lo que los investigadores esperan que se puedan aprobar.
La coautora de uno de estos estudios e investigadora del VHIO Cristina Saura ha destacado: «Nuestras pacientes han podido de esta forma beneficiarse antes de su aprobación de unos fármacos que estoy convencida se acabarán convirtiendo en un estándar de tratamiento».
El primer trabajo, el HER2CLIMB, ha ensayado una combinación triple de fármacos y buscaba validar la eficacia de un nuevo inhibidor de tirosina quinasa específico de HER2 -‘tucatinib’-, combinado con un anticuerpo -trastuzumab- y con un agente de quimioterapia usado en el tratamiento de cáncer de mama -la capecitabina-.
«Esta triple combinación ha demostrado que es capaz de incrementar la supervivencia libre de progresión de enfermedad y la supervivencia global de las pacientes de una forma significativa», ha explicado la oncóloga Mafalda Oliveira, que ha participado en el estudio, con Rashmi Murthy del MD Anderson Cancer Center de Houston (Estados Unidos) como investigador principal y promovido por Seattle Genetics.
En concreto, tras un año de tratamiento el porcentaje de pacientes libres de progresión de enfermedad era de un 33%, frente al 12% en el grupo control; la supervivencia a los dos años también estuvo cerca de duplicarse, pasando del 27% en el grupo de control al 45% en las pacientes que recibían la triple combinación.
Uno de los puntos más importantes radica en que los pacientes con metástasis cerebrales también se incluyeron en el estudio y se pudo ver cómo se beneficiaban igualmente: «Esto es muy importante, porque este tipo de pacientes normalmente son excluidas en la mayoría de los ensayos y disponen de alternativas limitadas para su tratamiento», ha destacado Oliveira.
Tras un año, el 25% de las pacientes con metástasis cerebrales tratadas con esta combinación continuaban libres de progresión de la enfermedad, frente al 0% en el grupo control, lo que «demuestra cómo esta combinación en verdad supone una alternativa que se debe tener en cuenta en un futuro y muy posiblemente se convierta en un estándar en la práctica clínica», ha destacado.
Anticuerpo-fármaco
El segundo estudio es el Destiny-Breast01 -con Shanu Modi del Memorial Sloan Kettering Cancer Center (MSKCC) de Nueva York como investigador principal y promovido por Daiichi Sankyo-, que ha analizado la eficacia de un nuevo tratamiento dirigido contra HER2 con un conjugado anticuerpo-fármaco -trastuzumab deruxtecan-.
En un ensayo anterior se definió la dosis adecuada de este nuevo tratamiento, y en esta segunda fase se ha buscado ver si aportaba un beneficio significativo a las pacientes: el 60,9% de las que recibieron este nuevo tratamiento mostraban una respuesta objetiva, con una supervivencia libre de progresión de más de 16 meses.
En un contexto en el que se trataron pacientes con tumores que habían progresado con una media de seis tratamientos previos, estos resultados suponen un hito en el control de la enfermedad en este contexto, han destacado.
Saura, que ha sido coautora de este trabajo junto al investigador del VHIO y del IOB Institute of Oncology Javier Cortés, ha destacado: «Cuantas más opciones de tratamiento tenemos a nuestro alcance, más conseguimos alargar la supervivencia».