REDACCIÓN/EUROPA PRESS.- La Federación Empresarial de la Dependencia (FED) ha alertado de que entre un 5 y un 8 por ciento del personal de las residencias privadas de toda España no está vacunado contra la Covid-19, «poniendo en peligro la deseada inmunidad de las residencias y centros asistenciales».
«Se trata de una cifra pequeña pero importante, si se tiene en cuenta que en residencias privadas hay unos 150.000 trabajadores, supone que unos 12.000 empleados que no quieren vacunarse», ha señalado el presidente de la FED, Ignacio Fernández-Cid, quien ha puesto en valor que «la gran mayoría de los empleados en residencias se ha vacunado».
Para la federación es factible que este número de trabajadores sin vacunar sean una de las causas del alza de los brotes que se han producido en verano. Por tanto, considera necesario que, como sucede en otros países de nuestro entorno como Italia, Francia o Reino Unido, la vacunación sea obligatoria para todo el personal que desempeñe labores asistenciales en residencias y geriátricos.
«Somos conscientes de lo controvertido de la vacunación forzosa, pero creemos que es lícito demandarla para aquellos colectivos que, por razón de su actividad profesional, tengan contacto directo con personas de edad avanzada, bien en centros asistenciales, en residencias, centros de día o ayuda domiciliaria», ha señalado, añadiendo que «se trata de un objetivo de la salud pública, y en este caso debe prevalecer el derecho colectivo sobre los derechos individuales».
Al mismo tiempo, ha pedido que el acceso al interior de los centros sea permitido exclusivamente a aquellos familiares que hayan completado las dos dosis de vacunación. «No tiene sentido que se restrinja el acceso a restaurantes en algunas CCAA y no en las residencias de personas Dependientes», ha añadido.
Vacunación obligatoria
Para el Consejo General de Enfermería «sorprende que se diga que entre un 5 y un 8% de los trabajadores en residencias de mayores no quieran vacunarse», tal y como señala José Luis Cobos, vicepresidente del CGE. De ser cierto, consideran que «hay que hacer un llamamiento para que todos los trabajadores de las residencias de nuestros mayores estén vacunados. Es fundamental protegerles y protegerse ellos mismos porque también tiene su familia que pueden ser contagiados por la negligencia de no vacunarse».
Sin embargo, no consideran que obligarles a vacunarse, como se está haciendo en algunos países europeos, sea «la medida más adecuada, seguimos insistiendo en la concienciación porque estamos convencidos de que con información y concienciación ese porcentaje se reducirá al mínimo», concluye Cobos.