ÁNGEL M. GREGORIS.- La dispersión geográfica de provincias como Cáceres hace que muchos pacientes tengan que recorrer hasta 140 kilómetros de ida y 140 de vuelta para someterse a distintos tratamientos. Conscientes de esta situación, el Hospital San Pedro de Alcántara cuenta con un programa formativo para hacer frente a esta problemática y trasladar los tratamientos a los domicilios. Así, durante varias sesiones (dependiendo del paciente), el enfermero Fidel Fernández se encarga de dar las pautas y enseñar a los afectados y a sus familias cómo funciona la máquina para que luego puedan hacerlo ellos y ellas directamente en sus casas.
“Les enseñamos en qué consiste la diálisis y cómo pueden montar y desmontar el monitor, conectarse y desconectarse con un catéter o incluso con una fístula arteriovenosa. Realizan el procedimiento durante varias sesiones antes de que se les prepare el aparato en su casa”, explica Fernández.
Acorta el tiempo
Para él, esta medida acorta mucho el tiempo que pasan los pacientes en el hospital. “Vendría a consulta con nosotros cada dos meses si no ha inconveniente y se evita estar yendo y viniendo continuamente casi todos los días de la semana”, detalla.
En este sentido, Iván Sánchez, paciente que actualmente está en la formación, asegura que el aprendizaje que está llevando a cabo junto al enfermero le está ayudando muchísimo”. “Es fundamental que haya un enfermero para que nos enseñe correctamente la técnica y podamos trasladarla al domicilio. Tengo una insuficiencia renal crónica que me detectaron hace unos meses y necesito la hemodiálisis continuada para poder vivir”, subraya Sánchez.
Por su parte, la supervisora de esta área, Mª Ángeles Domínguez, considera primordial poder ofrecer este recurso en una provincia que tiene un montón de kilometraje. “Es una ventaja y creo que es importantísimo”, recalca.
Imprevisto
Tal y como explican, cualquier paciente que se esté sometiendo a esta técnica puede solicitar que se haga en el domicilio si no hay ninguna contraindicación puramente médica o quirúrgica. Y en el caso de que ocurriese algún imprevisto, tanto ellos como los responsables de la máquina tienen un teléfono de emergencia. “Aquí nos pueden llamar y también a la empresa suministradora, que tiene enfermeros de guardia y pueden resolver cualquier inconveniente”, resalta Fidel Fernández.
Apoyo
Al igual que Iván, Alba Corral también está en el programa de formación de hemodiálisis. “Para mí la enfermería siempre ha supuesto un apoyo fundamental porque preciso de ella constantemente para cualquier tipo de cosa en mi día a día. Cuando llegamos, lo primero que hicieron fue personalizar el caso y no tratarme como un número más. Esto también supone un gran alivio para mí porque no tendré que estar constantemente en el hospital con el riesgo de infecciones que eso me puede suponer”, afirma la paciente. Y ella es un ejemplo de la importancia de la familia. Su novio y su madre la acompañan en las citas para aprender también el mecanismo de la máquina. El enfermero recuerda que, ante cualquier situación, es preferible que esté alguien acompañando para ayudar ante el mínimo problema.
Sabiendo que la manipulación al catéter y más aún a la fistula arteriovenosa debe manejarse con bastante asepsia, como hacen parainternalizarlo en el paciente???