MARCOS GÓMEZ/JUANJO CAMPILLOS.- Higinio Salgado Pacheco ha sido uno de los cinco enfermeros distinguidos en los II Premios Nacionales de Enfermería, que ha organizado el Consejo General Enfermería para reconocer la labor de las enfermeras en varios ámbitos profesionales, como el asistencial, gestor, docente e investigador, además de a la trayectoria profesional a lo largo de toda la vida.

El cacereño ha sido premiado en la categoría asistencial por su encomiable esfuerzo diario, aunque reconoce que la vocación le tardó en despertar: «No estudié Enfermería por vocación. Yo soy el mayor de cinco hermanos y nos quedamos sin madre muy jóvenes. Hacer una carrera superior, aunque me gustaba lo sanitario, me parecía que no podría ser. Y empecé Enfermería y me enamoré. Me enamoré de la profesión, de la carrera…».

De su profesión, el aspecto que más le gusta es cuidar a los demás y hacerles la vida más fácil, especialmente en la Atención Primaria. «Conocemos todo el proceso vital, desde que nacen hasta que mueren. Lo vemos todo. Seguimos a la familia, la conocemos, somos uno más de ella», explica.

Sobre la distinción, confiesa que se siente «súperfeliz», pues supone un reconocimiento «brutal» a toda su trayectoria profesional: «Esto es también es reflejo de todo los compañeros que he tenido. Hago lo mejor para los pacientes y para los profesionales. Me llena».

Por último, Salgado anima a todos los jóvenes a estudiar Enfermería: «Les aconsejo que estudien Enfermería porque tiene salida, ayudamos a los demás y recibimos retribución por ello y es científica, porque se investiga muchísimo, y cada día tenemos mayor desarrollo profesional. El futuro está ahí y hay que despertarlo«.