Contar con recuerdos de cuando se nace es siempre una situación bonita para conocer cómo fueron los primeros días de vida de uno mismo. Recuerdos que suelen hacer los padres, madres o familiares, pero existen muchos menores en situación de desamparo que no tienen las mismas posibilidades. Es ahí donde entran los profesionales del Hospital Universitario de Valme (Sevilla), que, a través de la iniciativa “Historia de vida”, recopilan estos detalles para que los bebés puedan conocer en el futuro cómo fue su nacimiento.

Este proyecto, que surgió tras conocer la idea en un congreso nacional de Neonatología, forma parte del plan de humanización del hospital y está liderado por la enfermería. “Nos permite construir un recuerdo hermoso centrado en el cariño de sus profesionales, recopilando todos los detalles en los primeros días de vida de los recién nacidos en situación de desamparo para su futuro y que comprendan que, pese a las circunstancias adversas que han tenido que vivir, fueron cuidados, atendidos con cariño, acompañados y protegidos por un gran equipo de profesionales que le proporcionaron en todo momento el calor de una familia”, explica la supervisora de Enfermería de la Unidad de Neonatología, Inmaculada Romero.

Pequeña historia

Por su parte, Nieves Domínguez, impulsora del programa junto a la TCAE Mila Sánchez, subraya que es “la forma de reunir la pequeña historia del inicio de la vida de niños que, sin este gesto, quedaría vacía”. “No tienen a sus padres para recoger estos momentos. Es una forma de cuidar, de mostrar que fueron queridos y que fue importante su paso por el hospital”, destaca.

Así, durante estos días, se realiza un álbum con espacio para momentos como el baño, el descanso, el biberón; se prepara una huella del pie y se guarda la pinza del cordón. Por último, se incluye una carta en la última hoja para explicar el motivo del álbum.

Una vez que el bebé se va de alta, el álbum pasa a la trabajadora social: “Nuestra intención es aportar que fue cada neonato fue querido en este comienzo de su vida. Atendemos, por tanto, otra parte del cuidado: el cuidado emocional”, asegura la enfermera.
La población diana de este programa de humanización neonatal la componen los recién nacidos en situación de desamparo, renuncia o retirada por el servicio de Protección de Menores y que ingresan en la Unidad de Neonatología.

Igualar oportunidades

Y como objetivos principales, esta iniciativa busca igualar las oportunidades de los menores frente a las de la mayoría de los niños con la presencia de sus padres proporcionar el apoyo emocional frente a esta carencia, construir un documento gráfico del inicio de la vida como futura fuente de información, transmitir mensajes positivos como que fueron cuidados con cariño y dejaron huella entre los sanitarios que los cuidaron y, en definitiva, aportar en la optimización de la calidad de los servicios a los niños en estas circunstancias.

Las impulsoras de la iniciativa