DAVID RUIPÉREZ.- Vitoria fue una de las ciudades donde más duro golpeó la pandemia de COVID-19 en nuestro país. La presidenta del Colegio Oficial de Enfermería de Álava, Hosanna Parra. Que también ejerce en la Unidad de Promoción de Salud de Vitoria nos comenta cómo vivieron la expansión del virus y sus perspectivas ante la desescalada.
Los primeros focos tuvieron como escenario vuestra provincia, ¿intuíais lo que vendría después?
Fue caótico y fue muy duro. Se inició en el hospital de Txagorritxu, que es el mayor hospital de la provincia. Fue una médico que se contagió en Sevilla. Ella no lo sabía, coincidió con un pico de la gripe -ahora se plantean si era gripe- , pero el caso es que se reincorporó a su servicio de Medicina Interna y sin pretenderlo fue contagiando a todos sus compañeros. Empezamos con una pandemia en un centro hospitalario, infectándose en primer lugar el personal sanitario. ¡De locos!
¿La altísima tasa de infección entre profesionales sanitarios ha ocurrido también en el País Vasco?, ¿no estaban lo suficientemente protegidos los sanitarios?
Ha sido general. Ha habido un desabastecimiento. Todos los países solicitábamos material sanitario a la vez. En España no sabíamos cómo funcionaba el mercado chino y ha sido caótico, No había material, en lugar de vender a aquel país con el que se habían comprometido, se vendía al mejor postor. Tenemos que aprender. Yo no quiero echar la culpa ni a Osakidetza ni al Gobierno. Son momentos muy duros y cada uno ha hecho lo que ha podido y eso es entendible, pero la realidad es que el sanitario no ha estado protegido y eso no lo podemos olvidar. Un país no puede permitir que 40.000 profesionales sanitaros estén infectados. A quien se lo cuentes no se lo cree. Es de locos. Lo que tenemos que hacer cuidar a la gente que nos cuida y no permitir que nos contagiemos de forma masiva. No tiene ningún sentido. Ha sido por falta de material, sino por no haber preparado a la gente. Muchos profesionales no sabían cómo actuar frente al coronavirus y lo iban a rendiendo sobre la marcha. Eso es muy peligroso, enfrentarte a una situación que no conoces, que no controlas, con miedo, con una gran angustia de llegar a casa y pensar si estás contagiando a tus hijos y tu marido. Entonces es muy fácil cometer errores. Ha sido un cúmulo de equivocaciones, mala suerte y otros factores los que han conducido a ese enorme porcentaje de sanitarios infectados. Es un disparate lo que ha pasado en España.
En España no sabíamos cómo funciona el mercado chino y ha sido caótico”
¿Qué secuelas físicas y emocionales ha dejado esta emergencia sanitaria en la enfermería alavesa?
Más que en lo físico, las secuelas se plasman en el terreno emocional. Las enfermeras han estado muy angustiadas, lloraban en sus casas de impotencia y de miedo. Es lógico, se enfrentaban algo que no conocían y veían que la gente se moría. Lo están pasando muy mal.
Las enfermeras lloraba en su casa de impotencia y de miedo”
¿Hemos aprendido para no cometer los mismos errores en el futuro?
Soy de naturaleza optimista, algo hemos tenido que aprender, pero por otro lado la razón me dice que no y que vamos a seguir funcionando como siempre. El otro día hablando con una persona del Departamento de Salud del País Vasco le comentaba que no puede ser que estemos en manos de los chinos y que no se puedan fabricar en España algo tan sencillo como son las mascarillas. Su contestación es que siempre dependerá del precio, si la de aquí es mucho más cara se seguirá comprando fuera, que con el sistema de compra que tenemos siempre hay que adquirir las que tenga un precio más bajo. Si vuelve con fuerza la pandemia , si es en otoño la gente que ha traído máquinas de China las seguirá teniendo operativas, pero si es dentro de diez años aquí nadie fabricará mascarillas. El sistema sí ha aprendido y si hay un pico fuerte en unos meses sabremos hacerle frente.
No puede ser que estemos en manos de los chinos, las mascarillas deberían fabricarse aquí”
Avanzamos de fase, hay más libertad de movimiento y acción y llegan las vacaciones de verano, ¿serán responsables los ciudadanos con la distancia de seguridad o las medidas higiénicas?
Basta con ver las imágenes de la playa de la Concha o la Barceloneta… qué quieres que te diga.
¿Soñaste con vivir algo así en toda tu experiencia profesional?
Jamás, era algo que veía en la televisión y en las películas y encima me gustaban, pero vivirlo no. A las enfermeras jóvenes, ahora que ha pasado lo más fuerte y están más tranquilas -porque lo han pasado muy mal- les digo que van a tener una experiencia que no hemos tenido ninguna de nosotras en muchos años y que eso les va a aportar mucho en su carrera.
Ha sido una experiencia importante para las enfermeras jóvenes”