GEMA ROMERO.- Toda madre, especialmente primeriza, ha soñado con poder medir lo que mama su bebé cuando le da el pecho, igual que se hace con un biberón. Hasta ahora eso parecía imposible, pero el invento de un enfermero madrileño, Francisco Javier García Rivera, actualmente en fase de obtener la patente, puede ayudarnos a saber cuánto come un bebé también con la lactancia materna.

A las Urgencias pediátricas del Hospital La Paz de Madrid, donde trabaja este enfermero, “en ocasiones nos llegaban niños con diferentes patologías asociadas a una baja o incluso nula ingesta, desde hipoglucemias, deshidratación, incluso bebés inconscientes”. Tras pensarlo mucho, se le ocurrió este dispositivo, denominado Dalma,  que presentó al IDIPAZ (Instituto de Investigación de La Paz), donde le dieron el visto bueno. Tras ello contactó con dos compañeras pediatras, Patricia Bote, Isabel Bertolín, que también se embarcaron en el proyecto. Completan el equipo Marcos Bertolín, ingeniero y Helia Vallejo, ingeniera biomédica.

Juntos presentaron su proyecto a los premios healthstart madri+d 2020 promovido por la Fundación para el Conocimiento madri+d y la Plataforma de Innovación en Tecnologías Médicas y Sanitarias ITEMAS, donde han logrado uno de los 5 premios de 10.000 euros destinados a la maduración y desarrollo de los proyectos.

Ahora misma están en proceso de patentarlo, por lo que García Rivera es parco en sus explicaciones. “No puedo explicarlo 100%, pero es un dispositivo que va a asociado a una app móvil. La madre pone al pecho al niño y de forma inalámbrico, en la app, le va a decir si el bebé ha hecho una buena ingesta. Va a calcular la cantidad que ha ingerido. Además, al introducir el peso y la talla, va a calcular lo que necesita tomar el bebé, pues conforme va creciendo sus necesidades cambian. La app hace los cálculos y si no hace una toma suficiente la propia aplicación le va a recordar que adelante la siguiente toma para evitar posibles complicaciones: deshidrataciones, hipoglucemias, que el bebé no gane peso…”, cuenta el enfermero. Sus ventajas son evidentes, “no sólo para evitar complicaciones y que el bebé esté bien alimentado, disminuyendo así la ansiedad de las madres”.

Todavía no disponen de un prototipo, pero ya han hecho el estudio de mercado y el plan de negocios. Gracias al premio healthstart están trabajando con una asesoría para redactar la patente. “El propio IDIPAZ trabaja con una empresa de ingenieros con los que estamos colaborando para que nos hagan los primeros prototipos, para empezar con los ensayos clínicos y demostrar que el aparato es viable, aunque sabemos que lo es, porque nuestra ingeniera biomédica, Helia, ha analizado todas las partes, ha hecho pruebas, y ha visto que es viable”, sostiene.

Según sus previsiones los ensayos clínicos los realizarían en 2022, por lo que podría llegar al mercado, si todo va bien, en 2023. “Tenemos mucha gente interesa gracias a los premios healthstart, pinta bastante bien”, destaca.

Este enfermero todoterreno ya cuenta con otra patente concedida bajo el nombre de OstoCutter,  para lograr un ajuste perfecto de las bolsas de ostomía, gracias al recorte automático adaptado al contorno exacto del estoma, y ya está desarrollando otro dispositivo para la recogida de muestras biológicas que requieran formol que seguro que dará que hablar en unos meses.