EUROPA PRESS.- Investigadores del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (Imim) han identificado una nueva diana terapéutica potencial para el tratamiento de los cánceres de células epiteliales o carcinomas, que representan el 80% de los tumores cancerosos.
El estudio liderado por Antonio García de Herreros, publicado en Cancer Research, ha analizado en células en cultivo y en modelos animales los mecanismos implicados en la invasión de células cancerosas, ha informado el Imim este jueves en un comunicado.
Los resultados muestran que el gen Snail1 tiene un rol clave en la proliferación de este tipo de cánceres y, por tanto, el desarrollo de fármacos capaces de bloquear este gen podría ayudar a impedir la invasión tumoral.
La mayoría de los tumores se producen cuando células epiteliales –aquellas que componen el tejido que cubre el cuerpo por dentro y por fuera– proliferan de manera incontrolada, invaden los tejidos circundantes y ocasionalmente se implantan en otros órganos creando las metástasis.
Los tumores epiteliales no están formados exclusivamente por células de este origen, sino que las que los rodean, denominadas estroma, también participan en su crecimiento y evolución proporcionándoles un ámbito propicio.
Los investigadores han analizado la cooperación entre células tumorales y uno de los componentes del estroma, los fibroblastos, y han identificado los mecanismos que tienen lugar durante esta interacción que propicia la invasión tumoral.
La comprensión de la invasión y migración de las células tumorales abre la puerta a diferentes estrategias para frenar este proceso –bloquear la acción de TGFB, de la PGE2 o de Snail1–, y el estudio señala que la inhibición de Snail1 es la táctica más prometedora contra este tipo de tumores.
«No todas las células tumorales utilizan TGFB para activar los fibroblastos, mientras que la activación siempre depende de Snail1. Además, el bloqueo de Snail1 no tiene los efectos secundarios perjudiciales de la inhibición de los otros factores implicados en el proceso como la PGE2», ha explicado Lorena Alba, primera firmante del estudio.
Según los investigadores, el siguiente reto al que tienen que hacer frente es obtener fármacos que sean capaces de bloquear la acción de Snail1 y que eviten los efectos estimuladores del estroma en la invasión tumoral.