ANA MUÑOZ.- ¿Cómo afecta el relevo generacional de las enfermeras en una Unidad de Extracciones a la calidad de las muestras? ¿Se multiplican las incidencias cuando las enfermeras veteranas su jubilan y dejan paso a sus compañeras más jóvenes? Un grupo de profesionales del Hospital Universitario Arnau de Vilanova de Lleida (Cataluña) ha llevado a cabo un estudio para dar respuesta a estas preguntas y ha concluido que entre el 70% y el 80% de los errores analíticos se produce en la etapa preanalítica y el mayor número de incidencias coincide con los picos de eventualidad y actividad, aunque una vez asentadas y adaptadas las nuevas enfermeras, las incidencias vuelven a las cifras anteriores al relevo.
La extracción, el momento más delicado
La fase preanalítica o de obtención de muestras concentra la mayor parte de los errores que se cometen durante el proceso de laboratorio clínico, siendo la hemólisis, la coagulación de las muestras y las muestras insuficientes los más comunes. Por eso, las enfermeras del Hospital Arnau de Vilanova lo consideraron un tema capital sobre el que merecía la pena poner el foco. Además, se daba un contexto propicio de relevo generacional en el equipo de Extracciones de Hospitalización y Consultas Externas: «Estaba previsto desde un año atrás que el 40% de las enfermeras veteranas se jubilaran y que un par de ellas pidieran traslado a Primaria. Nosotros -que siempre estamos haciendo estudios estadísticos sobre las incidencias en la calidad de las muestras- vimos que cuando se incorporaron las estudiantes, el porcentaje de incidencias aumentó sustancialmente», explica a DIARIO ENFERMERO Sonia Carrasco, enfermera referente del Laboratorio de Análisis Clínico del Hospital Universitario Arnau de Vilanova de Lleida y responsable del estudio.
«En lugar de incorporar a todas las enfermeras nuevas de una vez al equipo extractor -detalla Carrasco-, lo fuimos haciendo de una en una o de dos en dos de manera que el impacto fuera mínimo en la calidad de las muestras porque, aunque estén muy bien formadas y conozcan la teoría del proceso, la experiencia siempre es necesaria». En función de su destreza, las nuevas enfermeras estuvieron tuteladas por compañeras veteranas encargadas, principalmente, de resolver las dudas de sus sucesoras.
Resultados
El equipo encabezado por Carrasco corroboró que el porcentaje máximo de rechazo de muestras por hemólisis respecto al total de peticiones del laboratorio fue de 0,35% y se registró en marzo de 2015, coincidiendo con el segundo mayor pico de actividad y la incorporación de las primeras enfermeras eventuales, y en noviembre del mismo año (0,34%) coincidiendo con el pico de mayor eventualidad. Se trata de cifras muy bajas, no obstante, aunque «con un porcentaje de sólo el 2’5%-3% de incidencias preanalíticas ya estaríamos teniendo un problema muy serio», afirma Carrasco. Otro factor que influye directamente en el incremento de las incidencias es la complejidad de los pacientes.
Así pues, en último término, los resultados del estudio reflejan que se trata de una cuestión de tiempo, puesto que las cifras de incidencias preanalíticas volvieron a su nivel habitual una vez asentado el nuevo equipo de enfermería en la Unidad de Extracciones. Además, las enfermeras realizaron una serie de encuestas de satisfacción entre los usuarios que arrojaron datos muy positivos tras el relevo.
Por todo esto, según Carrasco, la clave del éxito en los procesos de relevo está en hacerlos de manera gradual, regulando el ritmo de las salidas y las incorporaciones, para lo cual «hizo falta la colaboración de la supervisión del laboratorio con la Dirección de Enfermería del hospital».