ÁNGEL M. GREGORIS.- Comer grillos puede ayudar al desarrollo de bacterias intestinales beneficiosas para el organismo, tal y como resalta un estudio publicado por la revista Scientific Reports, que analiza cómo benefician los insectos al microbioma humano. En un momento en el que cada vez está más de moda esta práctica como fuente de proteína sostenible y respetuosa con el medio ambiente, Valerie Stull, recientemente doctorada en la Facultad de Estudios Ambientales Nelson de la Universidad de Wisconsin-Madison (EE.UU.), recuerda que estando de viaje con sus padres por América Central le sirvieron hormigas fritas y al principio su reacción fue de asco, pero cuando las probó, reconoce que le sorprendió porque sabían bien.

Esa primera vez tenía 12 años y desde entonces su interés por los insectos fue creciendo hasta convertirse en esta investigación. Tal y como ella misma cuenta, más de 2.000 millones de personas en todo el mundo los consumen regularmente, ya que son una buena fuente de proteínas, vitaminas, minerales y grasas saludables.

“Este estudio es importante porque los insectos representan un componente novedoso en las dietas occidentales y sus efectos sobre la salud en poblaciones humanas no se había estudiado todavía”, explica la coautora Tiffany Weir, profesora de la Universidad estatal de Colorado (EE.UU.).

Veinte hombres y mujeres sanos de edades entre los 18 y los 48 años se sometieron al estudio. Durante dos semanas una parte tomó un desayuno estándar y otra uno que contenía 25 gramos de harina de grillo en polvo mezclada en magdalenas y batidos. Posteriormente, durante otras dos semanas llevaron a cabo una dieta normal y, finalmente, otras dos semanas se intercambiaron los desayunos. Para analizar cada caso, se llevaron a cabo análisis de sangre, muestras de heces y respuestas a cuestionarios gastrointestinales antes de comenzar el estudio, después del primer periodo e inmediatamente después del segundo periodo.

Tras analizar las muestras se comprobó que no había cambios gastrointestinales significativos o efectos secundarios, pero sí vieron un aumento en una enzima metabólica asociada con la salud intestinal y una disminución en una proteína inflamatoria en la sangre llamada TNF-alfa, que se ha relacionado con problemas como la depresión y el cáncer. Además, también se observó un aumento de las bacterias intestinales beneficiosas, pero, según ellos mismos aseguran, se necesitan muchos más estudios para confirmar estos hallazgos y determinar qué componentes de los grillos pueden contribuir a mejorar la salud intestinal.