ÁNGEL M. GREGORIS.- El diagnóstico de cáncer supone un jarro de agua fría para aquel que lo recibe y para su familia. Con el objetivo de ayudar y apoyar para sobrellevar la situación, las enfermeras tienen un papel fundamental durante todo el proceso de enfermedad. “Tenemos que ayudarlos a entender el proceso por el que va a pasar una vez que le den el diagnóstico. Nosotros en las consultas damos una información más centrada en hechos concretos, en darles consejos puntuales para que puedan manejar las posibles toxicidades en su domicilio”, afirmó Ana Soria, enfermera del Hospital de Día Oncológico del Hospital de Fuenlabrada, durante una jornada de Innovación en Farmacia Oncológica del Hospital de Fuenlabrada.

Ella reconoce que la primera consulta es difícil. “La vida del paciente da un vuelco y se la ponemos al revés. Nuestra consulta sirve para mitigar esos nervios y para quitarles mucho miedo, darles toda la información que podamos para que no vengan tan asustados cuando les toque enfrentarse a los distintos tratamientos que se les va a administrar”, apunta.

Las dudas y el miedo a lo desconocido son dos de los sentimientos a los que se enfrentan desde el primer momento. “Nos preguntan todo, quieren saber qué les va a pasar, si se les va a caer el pelo, qué pueden comer… Dudan sobre cuidados de la piel, ejercicio físico…”, subraya la enfermera.

Para ella, contar con enfermeras expertas es imprescindible porque “somos las que podemos responder las preguntas y es necesario que sepamos qué consecuencias tiene para los pacientes los tratamientos”.

David González, supervisor de Enfermería del Hospital de Día Oncohematológico de Fuenlabrada, subraya lo mismo y es que “la experiencia y la expertía es indispensable para dar un tratamiento de calidad”.

Mención especial deben tener también los familiares o cuidadores, figura esencial en el proceso. “Los pacientes van a necesitar mucha ayuda en muchísimos momentos y nosotros tenemos que dar formación a sus familiares, tanta como a los pacientes o incluso más porque van a ser los que estén con ellos en casa. Hacemos distintos talleres de formación y también a los familiares para que sepan la importancia que tienen”, resalta Ana Soria.