ÁNGEL M. GREGORIS.- La enfermedad de Chagas, causada por el protozoo flagelado Trypanosoma cruzi, es una afección potencialmente mortal que fue descrita por primera vez en 1909 por Carlos Chagas en Brasil. Es una enfermedad parasitaria endémica en América Latina que se transmite por insectos chupadores de sangre que normalmente viven en las grietas de las casas mal construidas y hasta el 40% de los pacientes que la padecen desarrollan una enfermedad crónica que afecta principalmente al corazón y al intestino y conlleva un alto riesgo de muerte súbita.

Con motivo de la reunión anual de la Asociación Europea de Imagen Cardiovascular, que se está celebrando en Sevilla, profesionales del Hospital Universitario La Paz-Carlos III, de Madrid, han presentado un estudio sobre la incidencia de la enfermedad en España.

Alrededor de un 4,2% de la comunidad latinoamericana en Europa está infectado y España es el país más afectado del continente, ya que se estima que hay entre 50.000 y 70.000 personas con la enfermedad. Lo más habitual para contraer el parásito en España es que la madre se lo transmita al hijo durante el embarazo. En los países de origen, además de con la picadura del insecto, también se contrae por transfusiones de sangre que ya tienen el parásito.

“Insto a todas las personas de origen latinoamericano que viven en España y en particular a las mujeres jóvenes que acudan a hacerse las pruebas para conocer si están infectados. Puede salvar su vida y proteger la salud futura de sus hijos”, cuenta Carlos A. Álvarez-Ortega, autor principal del estudio y residente de Cardiología del centro madrileño.

Probabilidad

Él considera que en España “tenemos ahora a pacientes con enfermedad de Chagas que tienen una probabilidad alta de sufrir una muerte súbita y tenemos que aprender más acerca de cómo funciona la enfermedad y cómo podemos prevenir estas muertes”.

La investigación, dirigida por Elena Refoyo, se ha realizado en el centro hospitalario, que cuenta con una unidad de referencia nacional para las enfermedades tropicales y medicina del viajero. “Las personas de origen latinoamericano vienen voluntariamente a realizarse pruebas de detección de la enfermedad y aquellos a los que les da positivo el análisis se les transfiere a un cardiólogo. En el último año yo he atendido 200 pacientes nuevos en mi consulta”, afirma Refoyo.
Álvarez-Ortega explica que la mayoría de los pacientes son asintomáticos cuando llegan a consulta. “Han oído que la enfermedad de Chagas es mortal y que es común en las personas que llegan desde Latinoamérica. Vienen familias enteras, pero evaluamos principalmente a mujeres jóvenes que desean quedarse embarazadas y saben que la infección prenatal tiene una elevada probabilidad”, destaca el médico, que subraya que en el estudio buscaban detectar signos de cardiopatía chagásica antes de que los pacientes tuviesen síntomas.

El estudio incluyó a 145 pacientes con el parásito que habían sido citados en cardiología. Los investigadores revisaron la historia de cada uno de ellos, incluyendo su país de origen y los antecedentes familiares de la enfermedad de Chagas. Además, se les hizo una ecocardiografía transtorácica (ETT), un electrocardiograma (ECG) y un examen físico.

Resonancia magnética

A aquellos que contaban con una ETT O ECG anormal se les realizó también una resonancia magnética cardiaca para buscar una cicatriz en el corazón causado por la enfermedad de Chagas y estuvieron 24 horas monitorizados para registrar el ritmo cardiaco e identificar bradicardia (frecuencia cardiaca baja) debido a la enfermedad.

La media de edad de los pacientes analizados fue de 43 años, un 98% venían de Bolivia y un 68% eran mujeres. De estos, más de un tercio (34%) sufrían un ECG anormal y, de ellos, el 31% tenían bradicardia.

Por otra parte, más del 38% de los pacientes tenía un ETT anormal y de estos, el 34% tenía una aurícula izquierda dilatada y casi el 15%, disfunción diastólica. “Casi ningún paciente tenía hipertensión que es la causa más común de la aurícula dilatada en la población general”, afirma Álvarez-Ortega.

De acuerdo con la escala de Rassi, que predice el riesgo que tienen los pacientes con Chagas de morir en los próximos cuatro años, el 94% tenían riesgo bajo, el 4% riesgo intermedio y el 2% riesgo alto.

“Nuestro estudio muestra que los pacientes con enfermedad de Chagas pueden sufrir problemas del corazón incluso sin tener síntomas”, resalta Álvarez-Ortega, que asevera que “los pacientes infectados deben recibir tratamiento precoz”.