REDACCIÓN.- Hace cuatro siglos, en 1617, la congregación de los Enfermeros de los Pobres publicaron la primera edición del tratado “Instrucción de Enfermeros” en el que se representa una propuesta clara de los principios que iban a conformar el desarrollo de la práctica enfermera en los siglos posteriores, estableciendo una separación clara de tareas entre los distintos profesionales sanitarios que trabajaban en los hospitales y la definición de las cuatro funciones de enfermería (prestación de cuidados, administración de recursos, enseñanza de la profesión e investigación).
Durante el Congreso Internacional de Enfermería, celebrado en Barcelona, el enfermero Manuel Jesús García presentó un trabajo en el que se muestra la modernidad y la trascendencia histórica de esta obra fundamental, coincidiendo con el IV Centenario de su publicación.
“En los dos siglos siguientes se llegaron a realizar hasta cinco ediciones más y una traducción al portugués. En sus páginas encontramos una lucha entre tradición y modernidad, intentando desvincular del cuidado enfermero aquellas prácticas basadas en creencias ancestrales, pero sin contraste con base en la experiencia y un incipiente fundamento científico”, afirma García.