EUROPA PRESS.- Tal y como apunta un nuevo estudio sobre los niveles de cortisol salival publicado esta semana en la revista de acceso abierto “PLOS ONE” por Kerstin Meints de la Universidad de Lincoln (Reino Unido), las intervenciones asistidas por perros pueden reducir significativamente el estrés en niños con y sin necesidades educativas especiales. La exposición prolongada a factores de estrés pueden provocar efectos adversos en el aprendizaje, el comportamiento, la salud y el bienestar de los niños a lo largo de su vida.
Para llegar a esta conclusión, se han explorado varios enfoques para aliviar el estrés en las escuelas, como el yoga, la atención plena, la meditación, la actividad física, las intervenciones de estilo de enseñanza y las intervenciones asistidas por animales. En el estudio, los investigadores han realizado un seguimiento de los niveles de cortisol, la hormona del estrés, en la saliva de 105 niños de entre ocho y nueve años de cuatro colegios diferentes de Reino Unido, así como también de 44 niños de edad similar de siete colegios con necesidades educativas especiales.
De forma aleatoria, en este estudio, se han dividido a los niños en tres grupos, un grupo acompañado por perros, un grupo de relajación y un grupo de control. En el grupo en el que los niños estaban acompañados por perros, los participantes interactuaron durante 20 minutos con un perro adiestrado y un adiestrador; el grupo de meditación consistió en una sesión de relajación de 20 minutos. Las sesiones se realizaron dos veces por semana durante cuatro semanas de estudio.
Descenso de cortisol
El resultado apunta a que las intervenciones con perros redujeron significativamente los niveles de cortisol de los niños, tanto en los colegios ordinarios, como en los colegios con necesidades educativas especiales. En los colegios ordinarios, los niños de los grupos de control y de relajación experimentaron un aumento de la media de cortisol salival a lo largo del curso escolar. Sin embargo, los niños que participaron en sesiones grupales o individuales con perros no tuvieron un aumento estadísticamente significativo del cortisol. Además, sus niveles de cortisol fueron, en promedio, más bajos inmediatamente después de cada sesión con perros.
Para el caso de los niños con necesidades educativas especiales, se observaron patrones similares, con descensos del cortisol tras las intervenciones grupales con perros. Los autores del estudio afirman que las intervenciones con perros pueden atenuar con éxito los niveles de estrés en los escolares, pero señalan que es necesario continuar con la investigación sobre las cantidades ideales de tiempo y contacto con estos animales para lograr que el resultado sea completo y óptimo. “Las intervenciones asistidas con perros pueden reducir los niveles de estrés en los escolares con y sin necesidades educativas especiales”, concluyen.