Las enfermeras se posicionan como el eje central del empoderamiento de pacientes con síndrome coronario agudo. Así se desgrana del estudio titulado «Análisis del Empoderamiento en Pacientes con Síndrome Coronario Agudo e Insuficiencia Cardíaca en Unidades de Hospitalización: Un Estudio Transversal» elaborado por diferentes profesionales sanitarios del Hospital Clínico San Carlos de Madrid y publicado en el Journal of Clinical Cardiology and Cardiovascular Interventions.
El proyecto se centra en la evaluación del seguimiento personalizado durante el primer año posterior al alta hospitalaria y de cómo influye el empoderamiento de pacientes con síndrome coronario agudo. Este incluye herramientas digitales como vídeos de Youtube, elaborados con la colaboración de enfermeros de la unidad de cardiología, y un blog informativo que proporciona a los pacientes toda la información necesaria para resolver sus dudas. Estos recursos además están complementados con el seguimiento telefónico y presencial. Las intervenciones personalizadas dirigidas por enfermeras no solo mejoraron los niveles de empoderamiento de los pacientes, sino también redujeron significativamente las tasas de reingreso hospitalario y las visitas a urgencias.
«Los resultados preliminares muestran que los pacientes que recibieron la intervención mejoraron significativamente en aspectos como mayor empoderamiento, permitiendo tomar decisiones informadas sobre su salud; una mejor adherencia al tratamiento farmacológico; la adopción de la dieta mediterránea, más equilibrada y beneficiosa; mejora del estado emocional, con la reducción de síntomas de ansiedad y depresión y el aumento de conocimientos con respecto a su enfermedad, entre los que se encuentran la detección de signos y síntomas de alarma. Además, la percepción de los pacientes sobre el uso de herramientas digitales ha sido muy positiva», explica María Dolores Gómez Barriga, investigadora principal y, en la actualidad, supervisora de área de procesos hospitalarios del Hospital Universitario Puerta de Hierro Majadahonda.
Estrategias de cuidado
El primer año de los pacientes que han pasado por el síndrome coronario agudo es especialmente crítico, pues pueden experimentar nuevos eventos de este tipo. Además, en este periodo los pacientes suelen sentirse vulnerables y se enfrentan a desafíos diarios para cambiar sus hábitos de vida. «El seguimiento estructurado, apoyado por herramientas digitales, también ayuda a los profesionales sanitarios a personalizar estrategias de cuidado. Esto mejora la efectividad del tratamiento, facilita la prevención secundaria y reduce las complicaciones», sigue Gómez.
Esenciales en la gestión
El papel de las enfermeras en la gestión de estos pacientes es fundamental especialmente en el seguimiento tras el alta hospitalaria, ya que gestionan cada caso de manera personalizada, adaptando la atención a las necesidades individuales de cada paciente. A través del seguimiento estructurado, las enfermeras diseñan estrategias para fomentar cambios en los hábitos de vida, identifican y abordan barreras que puedan afectar la adherencia al tratamiento y proporcionan un apoyo emocional constante que contribuye a la estabilidad psicológica del paciente.
«En este proyecto, las enfermeras también asumieron un rol innovador al desarrollar recursos educativos que ofrecían información clara y accesible para resolver las dudas de los pacientes. Estas herramientas digitales complementaron el seguimiento telefónico y presencial, facilitando que los pacientes se sintieran acompañados y bien informados. Además, se convierten en un pilar esencial dentro del sistema sanitario, optimizando recursos y mejorando los resultados en salud«, explica.
Impacto en el sistema sanitario
Este proyecto tiene un impacto significativo y positivo en el sistema sanitario, especialmente en la sostenibilidad y eficiencia del mismo. Uno de los principales beneficios radica en la reducción de frecuentaciones innecesarias a urgencias y de los reingresos hospitalarios, lo que permite optimizar los recursos disponibles. Al disminuir estas demandas sobre el sistema, se alivia la carga de trabajo en los servicios de urgencias y hospitalización, permitiendo dedicar más atención y recursos a casos críticos que verdaderamente lo necesitan.
«La importancia de las enfermeras en este contexto es crucial, no solo como gestoras del seguimiento estructurado, sino también como promotoras de un enfoque preventivo que fomenta una atención más eficiente y sostenible. Las enfermeras son profesionales clave para garantizar la continuidad de la atención, personalizando cada intervención según las necesidades del paciente. Su papel abarca desde la educación en salud hasta la detección temprana de posibles complicaciones, actuando como el enlace principal entre los pacientes y el resto del equipo sanitario», concluye la investigadora principal.