EUROPA PRESS.- Un primer estudio de la Universidad Queen Mary de Londres (QMUL, por sus siglas en inglés), en Reino Unido, sugiere que el cartílago artrítico, que se pensaba que era impenetrable, podría ser tratado por las propias ‘microvesículas’ de un paciente que pueden viajar a las células del cartílago y administrar agentes terapéuticos. Los pacientes con artritis podría algún día se benefician de una nueva forma de medicina, según los autores del trabajo.
Las microvesículas son estructuras subcelulares muy pequeñas (de entre 0,05 a 1 micrómetro de diámetro) que se componen de fluido encerrado por una membrana. Son liberadas por las células en un número abundante para transferir los lípidos y las proteínas a las células diana, sin embargo, su papel en la enfermedad no se ha comprendido bien.
Algunas microvesículas de las células blancas de la sangre tienden a acumularse en grandes cantidades en las articulaciones de pacientes con artritis reumatoide. El impacto biológico de estas microvesículas ha sido un misterio para los investigadores, porque contienen más de 300 tipos de proteínas que varían en diferentes situaciones.
El autor principal de esta investigación, el profesor Mauro Perretti, del Instituto de Investigación William Harvey de QMUL, explica: «Se ha pensado durante mucho tiempo que el cartílago era impenetrable para las células y otras estructuras pequeñas, dando lugar a fuertes limitaciones en nuestras capacidades para ofrecer terapias para la artritis. Para nuestra sorpresa, ahora hemos descubierto que las vesículas liberadas por las células blancas de la sangre pueden ‘viajar’ al cartílago y entregar su carga, y que también tienen un efecto protector sobre el cartílago afectado por la artritis».
«Nuestro estudio indica que estas vesículas podrían ser una forma novedosa de estrategia terapéutica para los pacientes que sufren de daño del cartílago por una variedad de enfermedades, incluyendo la osteoartritis, la artritis reumatoide y el trauma. El tratamiento de los pacientes con sus propias vesículas sólo puede requerir un día en el hospital y las vesículas podrían incluso ser «reforzadas» con otros agentes terapéuticos, por ejemplo, ácidos grasos omega-3 u otras moléculas pequeñas», plantea.
El estudio, publicado en la revista ‘Science Translational Medicine’ y financiado por ‘Arthritis Research UK’, la Fundación Nuffield y el Wellcome Trust, examinó el papel de las microvesículas en modelos de ratones y células de cartílago humano, analizando su efecto sobre la artritis experimental.
Los ratones fueron modificados genéticamente para reducir la producción de vesículas, mostrando daño en el cartílago por artritis inflamatoria, pero también presentaron una reducción degradación del cartílago cuando se les trató con microvesículas. Además, los científicos encontraron que las microvesículas se dirigíana proteger el cartílago cuando se repitió en las células humanas.
Los investigadores, además, vieron que un receptor celular particular, conocido como ‘fpr2 / ALX’, jugó un papel en la protección del tejido del cartílago y, por lo tanto, podría ser el blanco de nuevas pequeñas moléculas para el tratamiento de enfermedades erosivas del cartílago.
El director médico de ‘Arthritis Research UK’, Stephen Simpson, explica: «El uso del propio sistema de transporte del cuerpo para dirigir agentes terapéuticos nuevos y actuales directamente al cartílago, abre la promesa de que seremos capaces de reducir el daño articular de manera más eficaz que nunca».
Los autores dicen que estos primeros resultados revelan un posible nuevo enfoque terapéutico para el tratamiento del cartílago dañado en las articulaciones artríticas. Se necesitan más estudios en humanos para confirmar el potencial terapéutico del nuevo enfoque.