MARCOS GÓMEZ JIMÉNEZ.- Irene Ferb es enfermera en la UCI del Hospital Universitario de Getafe y además, es escritora. Su primera novela, Abrázame que no te quiero, fue finalista del Premio Terciopelo 2013. Ahora, ha publicado su último libro llamado Tú en dos tiempos: Una enigmática y cautivadora comedia romántica en la que nadie es quién dice ser.
“Se trata de una novela muy diferente y retrata dos tiempos históricos distintos, pero desde la visión contemporánea”, explica la autora.
La novela trata sobre una mujer llamada Alana, que se embarca en la difícil misión de ser alta ejecutiva para una empresa tecnológica. Tras superar multitud de pruebas y oposiciones durante un año, pasa a la última fase, donde deberá vivir en una recreación de la época victoriana, una ‘performance’ en donde nuestra protagonista no sabrá quienes de sus acompañantes son opositores como ella o actores. “Es como un Cluedo, en donde el lector a través de ella tendrá que descubrir si las situaciones son reales o están organizadas por la empresa. Con esta novela he buscado mostrar un contraste histórico, investigar como impactaría a una persona de la actualidad vivir en esa época, con miles de detalles como, por ejemplo, montar a caballo o la diferencia en los ropajes”, ha mencionado Ferb.
Esta madrileña compagina su trabajo con su afición a la escritura, ya ha publicado 14 libros. La enfermería, su profesión, está detrás de muchas de sus novelas, y, de hecho, en algunas de ellas las protagonistas son precisamente enfermeras, como en la ‘Enfermera, al cielo o al caldero’.
Ferb reconoce que su tono como escritora es más similar a la comedia romántica, la intriga y lo policiaco, pero a pesar de eso, el día a día del dramatismo en una UCI le ha vuelto más empática. “Cualquier escritor plasma en cierta medida sus vivencias en sus textos. Mis experiencias como enfermera han impactado en mi forma de escribir, no solo con los pacientes, después de años de compañerismo, nos quedamos con ese buen trato que tenemos en el equipo y eso, las anécdotas que nos contamos y demás, ha influido en mi escritura”, añade la enfermera.
Asimismo, asegura que este buen ambiente y compañerismo es percibido incluso por los pacientes, ejemplifica con uno de ellos, que realmente se quedo sorprendido al observar relaciones tan intensas, tan estrechas, entre compañeras.
“También me inspiran los momentos emotivos que vivimos con los pacientes. Cuando trabajo con personas intento ser muy espontanea, soy así de forma natural y siempre busco sacar una sonrisa a un paciente, que vean que no todo esta tan mal, que les comprendemos. Ver como pacientes que incluso intubados te sonríen, llena mucho y son circunstancias que pueden orientarte como escritora”.
Por otro lado, aconseja a cualquiera y en especial, a las enfermeras, a escribir a “hacer real los personales, que otros los lean y no queden arrinconados en la cabeza de uno mismo”. Esos personajes toman forma, que algo tuyo pueda colarse en la cabeza de otro, es algo que me llena mucho, soy más feliz desde que escribo. Es algo verdaderamente mágico”, admite.
Finalmente, Ferb considera que es una buena forma de entrenar el cerebro, desatar la imaginación y de descargar tensión y ‘resetear’.