ÁNGEL M. GREGORIS.- “Buscamos la humanización de la asistencia sanitaria porque la mejor sanidad es la que se ofrece con el máximo bienestar y garantizando la calidad de vida de las personas. Tenemos que trabajar para brindar una relación cercana con pacientes y familiares, reconociendo la singularidad de la persona y el respeto a la dignidad y los derechos”. Así de contundente se ha mostrado el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Jesús Sánchez Martos, durante la clausura de las II Jornadas Al Otro Lado del Pijama, organizada por estudiantes de enfermería en la Universidad Complutense de Madrid.
Sánchez Martos ha resaltado la importancia de entender que el paciente no está encarcelado, sino ingresado y “hay que conseguir humanizar además los hospitales y centros de salud, es decir, que la H de hospital sea también la de hogar”.
El consejero, que ha asegurado que él y su equipo están trabajan do en un plan sanitario de humanización pionero en España para aprobar antes de finales de julio, ha querido felicitar a los enfermeros que estaban en esta jornada por el día internacional de la enfermera, que se conmemoraba este jueves 12 de mayo, aunque no ha dejado pasar la oportunidad de recordar que en España el día 8 de marzo también se celebra el patrón de la profesión, San Juan de Dios.
Durante la jornada, celebrada en el salón de actos Ramón y Cajal de la Facultad de Enfermería de la Complutense, más de 700 personas han escuchado las historias de profesionales, pacientes y familiares. “Con este acto lo que se busca es que los profesionales hablen de su perspectiva actual sobre el estado de la humanización en la atención sanitaria y que los pacientes y familiares cuenten su experiencia en este ámbito para así poder conocer de cerca lo que se vive y se siente estando ‘al otro lado del pijama’”, ha comentado Guillermo Moreno, estudiante de cuarto curso de enfermería y uno de los organizadores de las jornadas.
Moreno, que se ha mostrado convencido de que habrá una tercera edición, ha reconocido que este tipo de encuentros “nos ayudan a nosotros a plantar los pies en el suelo y ver cómo se sienten los pacientes como humanos”. “Tenemos el deber de escuchar sus necesidades y atenderlas”, ha concluido el futuro enfermero.