I.LAPETRA / M. FERNÁNDEZ ELORRIAGA-. El británico Jim Campbell es el director del departamento de Personal Sanitario de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y su participación en el Congreso del Consejo Mundial de Enfermeras (CIE), que se celebra estos días en Singapur, está estrechamente ligada al minucioso Informe sobre el estado de la Enfermería en el Mundo que están llevando a cabo expertos de ambas entidades y cuyos resultados serán presentados el año que viene. Además, la sintonía entre el CIE y la OMS se ha reforzado con la designación de 2020 como el Año de las Enfermeras y las Matronas.
La consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles de Naciones Unidas para 2030 y, en particular, un acceso universal a la salud principalmente a la atención primaria pasan necesariamente, según Campbell por invertir en la formación y el empleo -con buenas condiciones de trabajo- de los trabajadores sanitarios.
Un 70 por ciento de los trabajadores sanitarios son mujeres, pero en el caso de la enfermería, en algunos países las mujeres representan el 90 o el 95 por ciento del total. Por eso, el dirigente de la OMS sostiene que , además de invertir en formación y empleo, concretamente se debe pensar en cómo generar oportunidades laborales que representen una mejora del poder adquisitivo de las mujeres y trabajen en pos de la igualdad de género”.
Respecto a la radiografía de la enfermería en el mundo en la que trabaja junto a Consejo Mundial de Enfermeras, se espera que “sirva de referencia para saber con fiabilidad cuántas enfermeras hay en el mundo, qué formación tienen, qué roles desempeñan, cómo se enfocan en el país las inversiones para crear equipos multidisciplinares o cómo la enfermera de práctica avanzada puede liderar los equipos de salud comunitaria”, explica Campbell.
El especialista en recursos humanos cree que es importante que los gobiernos y las asociaciones nacionales colaboren en la recolección de los datos estandarizados para poder poner datos reales sobre la mesa. Es la única vía para que esos datos sirvan para influir en las políticas nacionales, para generar debate sobre cómo mejorar las condiciones de trabajo, las prácticas y la calidad de los cuidados para ese objetivo común tan ambicioso como es la cobertura sanitaria universal.