MARCOS GÓMEZ JIMÉNEZ.- Joaquín Alberto García , es enfermero y coordinador de Cuidados de la Unidad de Ictus del Complejo Hospitalario Torrecárdenas (Almería) y ha ganado el prestigioso premio Spirit of Excellence por su trabajo en neurología y en pro de los pacientes con ictus.

Tras recibir el premio Spirit of Excellence, ¿qué les diría a otras enfermeras que aspiran a tener roles de liderazgo en el cuidado del ictus?

Actualmente las enfermeras no sé por qué motivo, tenemos que estar demostrando constantemente que estamos capacitadas para todo lo que lo que hacemos y sobre todo para lo que está más allá del entorno de los cuidados. La única manera de demostrar y demostrarnos que podemos desarrollar una labor importante y representativa no solo en los cuidados de los pacientes que han sufrido un ictus sino en cualquier área de nuestra tarea asistencial es a base de trabajo y más trabajo, demostrar que somos capaces de producir trabajos científicos de calidad y de evidencia científica demostrada.

¿Qué se necesita para que en otros lugares se puedan conseguir los estándares de atención que ha implementado en su unidad de ictus?

Sobre todo, lo que se necesita es conseguir un nivel óptimo de trabajo en equipo y entre distintas unidades. Establecer unos protocolos básicos de actuación basados en las últimas recomendaciones disponibles y conseguir despertar en los equipos de trabajo la necesidad de la formación continua y ser capaces de trabajar en la excelencia de los cuidados a nuestros pacientes.

¿Cómo ve el futuro de la enfermería en la atención al ictus y qué cambios cree que son necesarios?

Creo que actualmente estamos en un momento dulce, el futuro es muy prometedor. Las unidades de Ictus bajo mi punto de vista están lideradas por enfermeras y cada vez el trabajo es más autónomo y protocolizado. El trabajo en una UI se basa sobre todo en la “cerebro protección”, es decir aplicar el control y los cuidados necesarios para que no haya más complicaciones en nuestros pacientes.

Todavía quedan más cambios por venir, las enfermeras hemos demostrado durante los últimos años que cada vez más estamos más capacitadas y mejor formadas para realizar determinadas técnicas que hasta hace poco no se hacían.

¿Ha tenido dificultades a la hora de implementar los protocolos de atención al ictus en su hospital?

En nuestro hospital (Hospital Universitario Torrecárdenas) el Protocolo de Código Ictus tiene una larga trayectoria, es un protocolo muy trabajado con actualizaciones constantes en el que colaboran los principales servicios implicados (URG, UCI, Rx, RX intervencionista, MI, etc..) en la atención a pacientes que han sufrido un ictus.

En noviembre 2018 se inauguró la unidad de ictus y al Protocolo del Código Ictus se le sumaba una nueva variable, la Unidad de Ictus. Los meses previos fueron bastante intensos ya que tuvimos que decidir cómo queríamos trabajar y cómo podíamos formar a todo el personal de enfermería (enfermeras y TCAEs) para trabajar de una manera distinta. Para ello hicimos unas breves visitas o rotaciones por unidades de ictus de otras provincias (H. U Virgen de las Nieves y H. Regional de Málaga) en las que pudimos observar in situ cómo era trabajar en una unidad de ictus.

Tras esto, realizamos nuestros protocolos y la premisa fue realizar unos protocolos básicos de fácil comprensión, que cualquiera que los leyese entendiera porqué se tenía que trabajar así. No obstante, nuestros protocolos están en continua actualización, ya que al menos se revisan y modifican anualmente.

 ¿Qué le ha aportado en su carrera estos avances, que ha sido lo más gratificante?

Sobre todo, gratificación personal, hemos podido demostrar que las enfermeras tenemos un rol importantísimo en la atención de los pacientes que han sufrido un ictus.

Además de todo lo que he aprendido y sigo aprendiendo en mi trabajo diario, que una enfermera española sea reconocida a nivel europeo es algo muy importante para nuestra profesión; nos hemos hecho un huequito en un lugar donde suelen estar otras categorías profesionales y para mí es un honor poder representar a las enfermeras españolas y que nuestro trabajo sea reconocido en Europa.