DAVID GARCÍA.- La sede del Colegio de Enfermería de Madrid (Codem) ha acogido la I Jornada Nacional de Enfermería Penitenciaria bajo el lema de ‘Pasado, presente y futuro: derribando muros, abriendo horizontes’.

Decenas de profesionales, tanto de forma presencial como por streaming, han participado con su asistencia en este encuentro, organizado por la Asociación Nacional de Enfermeros Penitenciarios (ANEP), cuyo objetivo principal, en palabras de su presidente, Eusebio Espuela, es “potenciar el sentido de profesionalidad de los enfermeros de prisiones, que no está lo suficientemente valorado”.

Institucionalizados

“También queremos darnos a conocer al resto de la enfermería en general, porque a veces tenemos la sensación de estar demasiado institucionalizados y no se nos conoce”, ha añadido Espuela como un objetivo más.

El presidente del Colegio, Jorge Andrada, durante su discurso inaugural, ha dejado claro el compromiso de la Institución con este ámbito y sus profesionales, y ha calificado la celebración de este encuentro de “punto de inflexión de los cuidados penitenciarios”.

Andrada ha puesto en valor el trabajo de las enfermeras penitenciarias, “un pilar esencial en el devenir de las personas privadas de libertad”, y ha aprovechado la ocasión para reivindicar el lugar que merecen, denunciando que aún se mantiene “un techo institucional que las relega a mero soporte subsidiario de ayuda para otras disciplinas”.

Acceso a la gestión

El presidente del Codem ha explicado que ese límite institucional tiene reflejo en el acceso a la gestión y responsabilidades de las unidades y servicios clínicos y “en el propio devenir de la prestación de cuidados donde nuestra competencia prescriptora, sea del tipo que sea, basada en nuestro juicio profesional, se ve acosada y limitadamente desarrollada”, y ha exigido el mismo reconocimiento que para otras disciplinas.

Diego Ayuso, secretario general del Consejo General de Enfermería, ha insistido en el compromiso que la organización colegial mantiene con los profesionales de este ámbito pero al tiempo ha reconocido que la situación de la Enfermería penitenciaria es “de absoluta crisis”, reclamando que “ante una crisis hay que vivir una oportunidad y plantear soluciones”.

Y en este sentido ha dejado claro que estas pasan por “hacer una apuesta firme por las enfermeras y enfermeros de prisiones regulando y desarrollando sus competencias profesionales con una normativa que les dé seguridad jurídica”.

1981

Ayuso ha denunciado que la normativa vigente data de 1981 y ha exigido “voluntad política” para actualizarla y ha reconocido que de momento solo han recibido “buenas palabras” por parte de la Administración.

Los asistentes han reclamado durante sus intervenciones igualdad en el acceso a los puestos de gestión de la sanidad en los centros (exclusivos de otras disciplinas) y el grado A1. Por su parte, Ulpiano Tejerina, enfermero y jefe de Servicio de Información Sanitaria de la Subdirección General de Sanidad Penitenciaria, ha defendido la comunicación constante con las enfermeras de todos los centros de España y ha recordado que se encuentran trabajando sobre todo “en la unificación de criterios en relación con la asistencia enfermera y con el registro de la actividad enfermera en la historia clínica digital”, lo que ha calificado de “prioritario”.

Crisis

Respecto a la situación de crisis en este ámbito profesional, lo ha comparado con la que se vive en cualquier servicio de Atención Primaria de España, “con los mismos problemas”, pero ha matizado también que “eso no quiere decir que no estemos buscando y encontremos herramientas para atender, no de la misma manera porque consideramos que debe haber un cambio de modelo, pero sí con la misma calidad a las personas privadas de libertad”.