ÁNGEL M. GREGORIS.- Judit Peña nació en Córdoba, estudió en Sevilla, vive en Málaga y acaba de convertirse en la número uno del EIR 2019 con una nota de 101,2011 puntos. Ahora, con la seguridad de que conseguirá una plaza para formarse los próximos dos años como especialista, echa la vista atrás y recuerda cómo comenzó esta aventura. “Estuve tres años y medio trabajando en Alemania y me volví en octubre de 2017 para ver cómo estaba aquí el mercado de trabajo y ver qué otras oportunidades había. Trabajé unos meses en el SAS y luego me puse a buscar información del EIR. Ahí fue cuando me apunté a la academia y empecé a estudiar en marzo del año pasado”, afirma Peña.
Tras un año de esfuerzo y dedicación plena al examen, ahora ha recibido su recompensa y reconoce que no se lo esperaba para nada. De hecho, tuvo que revisar las listas varias veces para creérselo. “Lo estaba mirando con mi pareja y vi un montón de nombres y de números. Lo celebré y al rato volví a mirarlo por si me había equivocado”, cuenta la enfermera.
Con los resultados en la mano, Judit es ahora un mar de dudas porque admite que no tiene clara su decisión. “Me encanta mi profesión y me gustan bastantes ámbitos. Empecé pensando en hacer Pediatría, pero la verdad es que matrona también me gusta y Familiar y Comunitaria también. Me he pasado todo el año respondiendo que no lo tenía claro y ahora en estos dos meses me dedicaré a buscar información sobre las especialidades, los hospitales…”, destaca.
Para ella, pasase lo que pasase, el tiempo empleado en estudiar no iba a ser en balde porque considera que esta formación le hubiese servido también para reforzar conocimientos y recordar materia que con el paso del tiempo se deja de lado. “Todo el que se presenta al examen sueña con esto, pero sabemos que no todos podemos conseguirlo. Yo me he preparado muchísimo, pero seguro que otra gente también y no ha logrado la plaza”, comenta.
Del examen, Judit resalta que le recordó muchísimo a cuando competía en natación porque “fue muy duro y tras leer varias preguntas de las cuales no tenía certeza de la respuesta correcta, tuve que ser mentalmente fuerte para no desmoralizarme y desconcentrarme”. Aun así, lo ha conseguido y aunque le gustaría poder realizar la residencia en su tierra o alguna otra ciudad de Andalucía, no descarta la posibilidad de irse más lejos si el hospital tiene mejor reputación o actividades que le convenzan más.
La enfermera ha querido mostrar su total agradecimiento a su familia y pareja, “que han aguantado mis nervios durante todo un año”, así como a Oposalud, la academia en la que se ha formado. Para la coordinadora del centro, Ana Reguera, que una de sus alumnas haya obtenido la primera posición en el EIR supone todo un orgullo y “es la recompensa al trabajo realizado por todo el equipo”.