MARINA VIEIRA.- En la India hay un estado donde no hay basura en las aceras. Tampoco hay vacas sagradas en mitad de la calle. El pescado es el plato principal de todos los restaurantes y un sorprendente silencio reina sus calles. Es la región más desarrollada de todo el país y la más desconocida. El Estado de Kerala, situado en la parte más sur del subcontinente asiático, se encuentra rodeado por un oasis de palmeras que recorren los 900 kilómetros de canales navegables. Estos afluentes son conocidos como backwaters y son el reclamo para los pocos visitantes que se atreven a acercarse a la zona suroeste del subcontinente asiático.

Cochín

Pero no es lo único que enamora de Kerala. El puerto de Cochín —punto de acogida de la gran mayoría de los visitantes— sorprende por sus casas coloniales construidas por los primeros conquistadores holandeses, mantenidas en su pleno esplendor gracias a un atípico gobierno comunista y católico que aisló la zona de conflictos religiosos y migraciones masivas. Gracias a este peculiar gobierno que mantuvo aislada a la población, esta región cuenta con el mayor índice de alfabetización y la más alta esperanza de vida del país. El visitante se puede alojar en cualquiera de los múltiples Bed and Breakfast que se encuentran en todo el pueblo. Normalmente están regentados por familias locales que destinan una parte de su domicilio a estancias para turistas y constituyen el mejor modo de entrar en contacto con la cultura local a muy buen precio. Además, los anfitriones suelen tener tarifas muy competitivas negociadas con las agencias de la zona para cualquiera de las excursiones que se encuentran en los alrededores. En Cochin es complicado encontrar un lugar en el que tomarse una cerveza. Una especie de ley seca no escrita contrasta con Goa, su estado conlindante y famoso por ser el paraíso de la locura y desenfreno en India.

Cochin

Cochin sorprende por sus casas coloniales construidas por los primeros conquistadores holandeses. Imagen: Marina Vieira

Esta falta de acceso a bebidas alcohólicas se complementa con la sencillez de encontrar lugares en los que comer los deliciosos pescados. A través de un curioso sistema de redes —importado de China— los pescadores de la zona capturan el alimento. Estos animales se encuentran expuestos en el mercado de la costa y se tiene la posibilidad de comprarlo y pedir que se lo cocinen en los puestos que se encuentran en los alrededores de la zona costera. Vuelta y vuelta es suficiente para poder saborear uno de los mejores platos que se pueden encontrar en la India. Sin embargo, nos permitimos incluir una recomendación: le ofrecerán rociarlo de picante, para un paladar occidental es mejor dejar el pescado al natural y pedir que sea aderezado con un poco de sal. El exceso de especias hace que la materia prima se pierda entre tanto condimento.

Allepey

Puerto de cochin

Puestos de pescado fresco inundan los mercados de la zona. Imagen: Marina Vieira

Desde Cochin salen diariamente pequeñas furgonetas para visitar Allepey y sus backwaters. Es el mayor atractivo de la zona y tiene su razón de ser. Interminables kilómetros de agua dulce navegan entre una verde y frondosa selva de palmeras y nenúfares. Existen diferentes formas de visitar este paraíso natural: en un día recorrer las aguas en una de sus típicas embarcaciones — ahora todas a remo ya que se prohibió transitar el río a motor por la contaminación generada— o pasar alguna noche en las casas barco que han sido acondicionadas como cómodos minihoteles en los que disfrutar de la tranquilidad del paraje selvático. En definitiva, una excursión perfecta para conocer más a fondo esta parte desconocida de la India y ser consciente que en el país de Gandhi existe algo más allá de los templos, el Ganges o los monos que aparecen en todas las postales. Antes de viajar a India se recomienda seguir las indicaciones para viajeros que publica el Ministerio de Asuntos Exteriores.