REDACCIÓN.- Más de 100 profesionales sanitarios asistieron en la «1ª Jornada de Final de Vida: Planificación de decisiones anticipadas«. En la jornada, organizada por la Fundación Mémora y el Hospital Universitario La Paz de Madrid, se pusieron encima de la mesa las tareas que llevan desarrollando en los últimos años para mejorar el proceso del final de la vida. “Mejorar el proceso de final de vida implica tanto a pacientes como a familiares y profesionales de la salud”, recordó Santiago Torres, presidente de la Fundación Mémora.

Seguidamente Xavier Gómez-Batiste, director de la Cátedra de cuidados paliativos de la universidad de Vic-ICO fue el encargado de hablar de la enfermedad avanzada y el final de vida en adultos. «La atención paliativa es un derecho humano fundamental, su reto debe centrarse en las personas con enfermedad crónica grave, atención psicosocial y espiritual e involucrar a la sociedad en este proceso, por lo que la atención paliativa debe estar integrada a lo largo de toda la vida y en todos los ámbitos. Esto supone un reto de transformación y reordenación que requiere un liderazgo muy claro en la atención paliativa. Este cambio de visión implica respetar la voluntad del paciente y conocer sus necesidades, más allá de buscar la eficiencia del tratamiento», expuso Gómez-Batiste.

En una unidad de cuidados paliativos el trabajo en equipo es clave, «es importante planificar las decisiones anticipadas para promover la toma de decisiones compartida en relación al contexto acutal y los retos futuros de atención. Es clave entender y compartir las preferencias, valores, expectativas y deseos en relación a los tratamientos que garanticen que la persona recibe la asistencia que desea. La PDA no solo supone hablar de final de vida, sino que permite acercarnos a la persona que estamos atendiendo con la voluntad de acompañarle en su proceso de enfermedad de la forma más cercana posible y de manera que de sentido a su vida», relató Cristina Lasmaría, directora adjunta en la Cátedra de Cuidados Paliativos de UVic-UCC/ICO.

Pacientes pediátricos

En la jornada también se ha abordado el proceso final de la vida en pacientes pediátricos. Y es que concretamente, en España cerca de 10.000 niños necesitan atención paliativa y cada año mueren entre 2.000 y 3.000 niños. «En este escenario, la toma de decisiones es completamente distinta puesto que entran en juego dos factores clave como son la fragilidad y la dependencia en estos casos. No obstante, por muy complicada que sea la situación, hay que aceptar la irreversibilidad del proceso que padece el menor y aceptar la posibilidad de muerte», argumentó Ricardo Martino, coordinador de la Unidad de Cuidados Paliativos Pediátricos del Hospital Infantil Universitario Niño Jesús. «La comunicación sobre atención paliativa en niños difiere de la de los adultos dada la fragilidad de los mecanismos de defensa del niño, la diferencia en su desarrollo cognitivo y afectivo y los diferentes modos de expresión del sufrimiento. No obstante, a partir de 12 años aproximadamente, debemos tener presente que hay que informar al menor, hacer una escucha atenta, incluir sus opiniones en la toma de decisiones y considerarlo competente como decisor principal», añadió Sergio Navarro, presidente de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos Pediátricos (Pedpal).