GEMA ROMERO.- Cada vez vivimos más años y cada vez hay más personas mayores que conviven con varias patologías crónicas. Cómo afrontar este reto de presente y de futuro en el segundo país con la esperanza de vida más larga del planeta, desde la visión enfermera, ha sido el objetivo del debate “Innovación en el ámbito de la atención sociosanitaria”, celebrado en Madrid, en la sede del Consejo General de Enfermería, con motivo de la entrega de premios a los mejores equipos de enfermería de centros sociosanitarios según el ranking del Monitor de Reputación Sanitaria (MRS), en el que ha sido el último acto público conducido por Íñigo Lapetra, director de comunicación del CGE, recientemente fallecido. En el debate se ha puesto de manifiesto que la atención sociosanitaria ha de ser progresiva e interconectada con el resto de niveles asistenciales.
Como explicaba Juan José Tirado, presidente del Consejo Valenciano de Enfermería (CECOVA) y gran experto en la materia pues ha dirigido centros sociosanitarios durante gran parte de su carrera como enfermero, “la atención sociosanitaria tendría que ser progresiva: primero el domicilio, luego la atención en el centro de día y después la residencia. Sin olvidar que en todo este proceso la persona puede tener distintas afecciones sanitarias”. Pero para que esto sea factible es necesaria una planificación, de recursos, de personal y de reciclaje. Algo que a su juicio no se hace “porque la visión política es cortoplacista”.
Fernando Martínez Cuervo, presidente de la Sociedad Española de Enfermería Geriátrica y Gerontológica (SEEGG), también necesitamos “la conexión entre atención primaria, residencia y también con otros ámbitos como hospitales”. De ahí que sea fundamental “potenciar figuras como las áreas de capacitación específica, la enfermera de enlace o la gestora de casos, pues es importante para la continuidad de los cuidados independientemente de donde esté el mayor. Si no, estaremos perdiendo oportunidades”. · Así Martínez Cuervo señalaba la discriminación que se tiene hacia los mayores: “estamos en una historia sanitaria única desde que nacemos, pero cuando estamos en residencia, duplicamos la historia, no se comparten datos y se pierden oportunidades de hacer cuidado de calidad”.
De la misma opinión es el presidente del CECOVA, para quien la coordinación sociosanitaria nunca ha existido. Sanidad hace una cosa y servicios sociales, otra. Hay solapamientos, olvidos, desconocimiento y eso sólo provoca fallos en la continuidad de cuidados”.
A este respecto Carmen Aláez, adjunta a la Secretaría General de la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (FENIN) señalaba que “tenemos muchas soluciones digitales, para paliar estas situaciones. Se está trabajando en el conjunto mínimo de datos, para ampliarlos. Todo es posible, puesto que ya hay la tecnología para desarrollarlo”. Como ejemplo ponía los sistemas de monitorización remota para evitar consultas.
FP Sociosanitaria
Uno de los principales retos que afronta la enfermería geriátrica en nuestro país viene de la mano de la creación del un nuevo título superior de FP en materia sociosanitaria. Como detallaba el presidente de la SEEGG, este nuevo título surge a raíz de una comisión en el Congreso de los Diputados, en el que participa la patronal, donde se pone de manifiesto la escasez de enfermeras. “De ahí que todos los grupos, por unanimidad, aprobaran la creación de esta nueva titulación”.
Como señalaba Juan José Tirado, el problema de fondo estriba en que “quien ha organizado esta FP no sabe lo que es una residencia. Han tomado decisiones sobre el papel. Sin saber que más del 75% de los centros sociosanitarios son privados o concertados, donde el criterio de los concursos sólo es el precio, no se tiene en cuenta la calidad de los cuidados. En estos centros, con estas características, resulta difícil fidelizar a los profesionales, de ahí que tengan tantos problemas para contratar y retener personal”, subrayaba.
Cambio de paradigma
Para la SEEGG el futuro de la enfermería geriátrica pasa por la profesionalización de los cuidados. Las enfermeras tenemos que abanderar el cambio y trabajar por la modernización de los centros, hacia la integralidad de la atención a los mayores, adoptando los cuidados a cada persona que vive en estos centros. Debemos tener todo el peso en la implantación y gestión de los cuidados. Hoy, existe la especialidad de enfermería geriátrica, pero no tenemos el perfil profesional. Tenemos 10.000 especialistas, pero que no tienen un perfil de puesto donde desarrollar esas competencias”. A su juicio, de lo que se trata es de “apostar por desarrollar todas esas competencias que tienen las enfermeras dentro del cuidado del mayor. No sólo con la enfermera especialista, también con la enfermera de enlace, la coordinadora o la gestora de casos, para que pueda desarrollar una labor integral dentro de lo que es el cuidado de los mayores”.
Y es que, para Juan José Tirado, “no puedes hacer dependiente a quien no lo es. Hay mucha gente que está en residencias que no debería estar. Por ello hay que cambiar el paradigma, y fomentar el autocuidado de las residencias, pues en muchas ocasiones infantilizamos el trato”.
“La tecnología puede ayudar mucho a tener ese control del paciente”, añadía Carmen Aláez. “Si se midiera el impacto económico de la autonomía de una persona y si es o no dependiente el gasto en innovación se vería una inversión. Hay que hablar de costes, pero midiendo el impacto en los pacientes”. Y es que como señalaba la representante de FENIN, “a nivel tecnológico hay soluciones que nos permiten hacer seguimiento, teleasistencia, que permiten fomentar ese autocuidado. En atención domiciliar también hay diversos programas, pero son voluntaristas, en función de la buena voluntad individual. No es algo que se fomente”.
Precisamente para potenciar esas mejoras “es preciso trabajar con todos los actores implicados, usuarios, familias, empresas, profesionales”, incidía Martínez Cuervo. “Sólo es posible funcionar por evidencia científica, generando estudios. Por eso los laboratorios deben trabajar con las enfermeras. Hacemos muchas adaptaciones de producto, porque somos los que los usamos”, concluía Tirado.