ÁNGEL M. GREGORIS.- Científicos británicos han descubierto que la bacteria Clostridium difficile, causante de infección en el intestino, está evolucionando en dos especies separadas y una de ellas muy adaptada para propagarse en los hospitales. Así lo resalta el trabajo publicado en Nature Genetics, en el que los investigadores de del Wellcome Sanger Institute, la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres y otros compañeros identificaron cambios genéticos en estas especies que les permiten prosperar con una dieta rica en azúcar occidental, evadir desinfectantes hospitalarios comunes y propagarse fácilmente.

Esta investigación se convierte en el mayor estudio genómico de C. difficile y muestra cómo las bacterias pueden evolucionar hacia una nueva especie y esta en concreto continúa evolucionando en respuesta al comportamiento humano, lo que podría ayudar a informar sobre la dieta del paciente y el control de infecciones en hospitales.

Esta bacteria es la principal causa de diarrea asociada a la toma de medicamentos en todo el mundo. Millones de bacterias “buenas” en el intestino mantienen el C. difficile bajo control, pero los antibióticos eliminan estas bacterias normales, dejando al paciente vulnerable a la infección, que puede llegar a causar inflamación intestinal y diarrea severa.

Tal y como los investigadores resaltan, a menudo se encuentra en entornos hospitalarios y forma esporas resistentes que le permiten permanecer en las superficies y propagarse fácilmente entre las personas, lo que convierte a esta bacteria en una carga importante para el sistema de salud.

Para llevar a cabo la investigación, se recolectaron y cultivaron 906 cepas de C. difficile aisladas de humanos, animales y el medio ambiente. Al secuenciar el ADN de cada una, comparar y analizar todos los genomas, descubrieron que estaba evolucionando en dos. “Nuestro análisis a gran escala nos permitió descubrir que se está formando una nueva especie para propagarse en entornos hospitalarios. Esta bacteria, en particular, está preparada para aprovechar las prácticas modernas de la atención sanitaria y las dietas humanas”, afirma Nitin Kumar, autor principal del estudio.

Además, vieron que esta especie constituía el 70% de las muestras de pacientes hospitalizados. El análisis reveló que, si bien esta cepa de C. difficile apareció por primera vez hace unos 76.000 años, la cantidad de cepas diferentes comenzó a aumentar a finales del siglo XVI, antes de la fundación de los hospitales modernos y desde entonces este grupo ha ido prosperando con muchas más cepas que se siguen adaptando y evolucionando.

“Esta investigación nos da una comprensión totalmente nueva de la evolución bacteriana y revela la importancia de la vigilancia genómica de las bacterias, que podría ayudar a comprender cómo evolucionan otros patógenos peligrosos al adaptarse a los cambios en los estilos de vida humanos y a la atención médica”, estaca Brendan Wren, de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres.