DAVID RUIPÉREZ.- La nueva sede en Madrid de la Clínica Universidad de Navarra ya está operativa y con sus enfermeras utiliza las mismas estrategias de formación que en la clínica “madre” de Pamplona, con una apuesta por la especialización y unos cuidados presididos por un enfoque muy humanista. Las directoras de Enfermería del centro navarro, Carmen Rumeu y del recién inaugurado hospital de Madrid, Teresa Llácer, han visitado Canal Enfermero para detallar el funcionamiento de los servicios de enfermería en el nuevo centro.

¿Se ha trasladado la filosofía de trabajo de la Clínica de Navarra, con más de medio siglo a sus espaldas, al nuevo centro de Madrid?
Carmen Rumeu: Siempre se ha tenido una visión ambiciosa de la enfermería. Ya en los años sesenta se apostó por una formación especializada al menos en aquellas áreas que podrían tener una mayor complejidad. Con pacientes neonatos o de UCI ya en los sesenta se formó a las enfermeras para trabajar en esos campos concretos Esto con el tiempo ha ido cuajando con una serie de programas de una Universidad de Navarra y tenemos actualmente ocho cursos especializados. Es una experiencia muy buena y cuando el profesional ha terminado esta formación sabe manejar la parte clínica, tanto a nivel teórico como práctico. Pero en la Clínica de Navarra también destaca la parte antropológica con la que una enfermera de la Universidad de Navarra sale formada. El concepto de persona es muy relevante, eso tiene un gran impacto para la clínica el trabajar con el paciente y su familia.

Así que el quizá ahora algo explotado concepto de humanización ya viene de lejos en vuestro caso…
Teresa Llácer: Hemos tenido siempre un aspecto clave de la atención y este es que que es el que paciente esté en el centro de nuestras acciones y así será en la nueva clínica. La enfermera puede adelantarse a las necesidades del paciente y eso aporta calidad a los cuidados que prestamos.

En el nuevo hospital habrá unas 120 enfermeras”

¿Cuántos enfermeros van a trabajar en el nuevo hospital?
T.LL.: Es algo progresivo, conforme se abren los servicios, pero esperamos unas 120 personas aproximadamente. Dependerá de la actividad y la especialización dependerá de las áreas, pero muchas enfermeras vienen de Pamplona ya con una, e incluso con dos áreas de especialización como UCI, Oncología, médico quirúrgica…
C.R.: Según el hospital vaya creciendo se prevé que las áreas de consoliden un poco. Al empezar con dos unidades en las que el mix de especialidades clínicas va a ser variado hemos buscado para las unidades de hospitalización perfiles de especialidades combinadas, gente con doble especialidad, cardiología y medico quirúrgica por ejemplo. Toda la parte quirúrgica va a tener bastante contendido de abordaje vascular y hemodinámico, son perfiles combinados que proporcionan calidad y seguridad en las técnicas. Hemos buscado en el mercado laboral de Madrid, recibimos muchos CV. Pero también, pero también para dar un poco la imagen institucional que la Clínica tienes hace muchos años, el 60 o 70 por ciento son antiguas alumnas de la Universidad Navarra, ya que muchas de ellas estaban trabajando por Madrid. Las que vienen de otros ámbitos también tienen mucha experiencia, fruto de muchos años de trabajo.

El Consejo General de Enfermería lleva peleando muchos años por las especialidades “oficiales” por así decirlo, ¿cómo se entiende dar una atención de calidad si una enfermera rota por los servicios distintos , un día en UCI, otro en neonatos, otro en cardiología..? Es muy difícil que la gente progrese dentro de su ámbito profesional…
C.R.: Es un tema complejo porque desde la gestión de un hospital hay que tener en cuenta que se exige cierta flexibilidad en enfermería. A veces hay más ocupación en un lugar y disponibilidad hacia otra área. Eso ocurre indudablemente también en la CUN. Hay que ser eficientes y sostenibles en nuestra actividad, pero incluso cuando tenemos esa flexibilidad hay una disposición homogénea de conocimientos de enfermería en torno a grandes áreas. Por ejemplo, cuando se trata de una enfermera de Cardiología y surge la necesidad de reforzar las urgencias, ese perfil cardiovascular puede encajar bien en las urgencias. Sin embargo, lógicamente, no trasladaríamos a una enfermera de Oncología a un servicio de Cardiología.

Los pacientes oncológicos tienen necesidades psicológicas especiales”

Han hablado de la enfermera de Oncología como una figura relevante, ¿Necesita una capacidad especial de empatizar con el paciente?
T. LL.: Los pacientes oncológicos tienen necesidades psicológicas especiales, así como su familia, en esa situación vital. Hay que acompañarles en ese proceso de enfermedad tan específico.

¿Cómo se trabaja la formación continuada en el centro?
C.R.: Operativamente hay dos directoras de enfermería, una encada centro, pero todos los proyectos de enfermería se integrarán para los dos campus, Madrid y Pamplona. La formación se establece en torno a proyectos generales que tiene la Clínica, como la excelencia enfermera. Pero la formación continuada se extrae de las evaluaciones de las propias enfermeras. Cada verano se establecen las necesidades de formación que plantean los profesionales y de ahí surgen planes específicos para cada unidad y también proyectos generales para todo el centro. Un ejemplo de esto sería si en todo el entorno de paliativos, que no es sólo oncología, nos piden mejorar el entorno de acompañamiento del paciente y su familia, para aceptar las circunstancias que genera la enfermedad de una familiar en su entorno.