GEMA ROMERO.- Óscar L.E, de 47 años llevaba un año en lista de espera de un trasplante de corazón debido a la dificultad para encontrar un donante adecuado. Padece una miocardiopatía dilatada grave con fallo biventricular. Desde el 21 de septiembre sigue a la espera de trasplante, pero ya sin la urgencia de permanecer en riesgo vital. En la Clínica Universidad de Navarra ese día un equipo multidisciplinar de especialistas le implantó con éxito, por primera vez en España, un corazón artificial total.
Como ha explicado Gregorio Rábago, director de Cirugía Cardíaca de la Clínica, en rueda de prensa, “el mes anterior a la intervención, la gravedad del paciente había llegado al punto de tener que permanecer ingresado permanentemente conectado a una bomba de perfusión continua, sin poder ir a su casa”. Tenían que buscar una alternativa urgente. “Por ese motivo, decidimos implantarle el corazón artificial con la idea de detener ese deterioro y recuperar así su estado físico hasta la llegada de un trasplante cardíaco, ya sin la urgencia de permanecer en riesgo vital”. De hecho, aunque en Europa el corazón artificial sólo está permitido como solución intermedia a un trasplante, en Estados Unidos la indicación ya se está valorando como terapia definitiva, también denominada “terapia destino”.
El equipo quirúrgico que intervino el pasado 21 de septiembre al paciente navarro, durante una cirugía de más de 8 horas (de 10 a 18:30 h), estuvo compuesto por dos cirujanos cardiacos, Gregorio Rábago e Ignacio Bibiloni; dos anestesistas, M.ª José Iribarren y Elisabeth Bercianos; las enfermeras de anestesia, Maika Zudaire y M.ª Ángeles Marteles; las enfermeras instrumentistas, Pilar Zudaire, Silvia Astráin y Leticia Atáun; la enfermera perfusionista Paz Pou y Leticia Jimeno, enfermera coordinadora y experta en asistencia circulatoria.
Actualmente, tras un mes en la UCI de este centro hospitalario y una semana en la Unidad de Cuidados Intermedios, el paciente lleva ya tres semanas hospitalizado en planta donde, según el parte del equipo médico, se recupera «satisfactoriamente». Dos meses después de la cirugía, Óscar pasea de forma autónoma por el interior y exterior de la Clínica, a pocos días de volver a su casa.
“Mi situación antes de la operación era bastante mala porque me costaba ducharme, atarme zapatos y hacer muchas cosas”, explica Óscar en un vídeo remitido por la Clínica. Ahora, tras la intervención “con este corazón podré hacer cosas, que es lo que me entretiene, lo que me expande de lo demás de la vida. Tengo ganas de ver a mis perros, llevo 4 meses fuera y ya igual ni me conocen. Me estoy recuperando bien, cada día voy evolucionando, mejor carácter, ganas de hablar, de vivir”.
A la espera del trasplante
El paciente permanecerá ingresado hasta que los especialistas valoren que su estado de salud es favorable para acudir a su domicilio. A partir de ese momento, podrá trasladarse a su casa con una consola portátil desde la que controlará el funcionamiento del dispositivo, alimentado por dos baterías.
Como explica Leticia Jimeno, enfermera del Área de Críticos (UCI) y coordinadora de dispositivos de asistencia circulatoria, “este dispositivo lleva una consola portátil de aproximadamente 7 kilos con la que Óscar se marchará a casa siendo posible darle el alta hospitalaria. Ahora mismo estamos educándole y formándole para que maneje la consola de forma autónoma”.
El navarro podrá realizar entonces una vida casi normal para la que deberá portar dicha consola en un bolso o mochila. Durante el período de espera hasta que llegue un corazón adecuado, el dispositivo permitirá al paciente recuperarse y recobrar un estado de salud óptimo con el que poder afrontar un futuro trasplante. “Un corazón artificial total sustituye a un corazón normal, es decir, retiramos los dos ventrículos y sustituimos por dos dispositivos artificiales, que van a hacer la funciones de ventrículo derecho y ventrículo izquierdo. Estos corazones pueden bombear hasta 10 litros de sangre por minuto”, comenta Gregorio Rábago.
Sustitución total de la función cardíaca
El corazón artificial implantado es un sistema desarrollado por la empresa SynCardia Systems. El dispositivo sustituye la función completa del corazón, en concreto, de sus dos ventrículos, por lo que está indicado para paliar un fallo cardíaco biventricular. Se trata de un dispositivo pulsátil y neumático, “utilizado como puente al trasplante, en aquellos pacientes que padecen una insuficiencia cardíaca biventricular en fase terminal, cuando ambos ventrículos ya no pueden bombear suficiente sangre para que el paciente pueda sobrevivir”, describe Leticia Jimeno.
Hasta la fecha, los implantes de dispositivos artificiales realizados en España con éxito han correspondido realmente a dispositivos de asistencia ventricular izquierda (AVI), equipos que no sustituyen la función cardíaca como tal, sino que bombean y refuerzan en paralelo la labor del ventrículo izquierdo. En estos casos, no se extirpa el órgano cardíaco sino que el dispositivo ayuda al ventrículo nativo.
A diferencia de la AVI, en la actual intervención se produce una sustitución total del corazón por el nuevo dispositivo que ocupa su lugar. El equipo consta de dos sistemas de impulsión neumáticos que realizan la función de ambos ventrículos, impulsando la sangre que entra por las aurículas hacia los pulmones y al resto del cuerpo. Del mismo modo que en un trasplante cardíaco, en este caso, los cirujanos deben mantener las estructuras naturales como son los grandes vasos (aorta y arteria pulmonar) y las dos aurículas.
Otra de las principales diferencias entre la asistencia ventricular izquierda y el corazón artificial es que este último genera pulso cardíaco, mientras que las AVI actuales no generan pulso, ya que se trata de un flujo continuo.
Un Comentario
Amelia
Muy interesante lo del trasplante artificial cardíaco, maravilloso como va avanzando las tecnologías, os felicito