ÁNGEL M. GREGORIS.- La nutrición es uno de los pilares fundamentales en la sociedad actual. Cada vez son más las personas que se interesan y que buscan motivación para llevar una alimentación saludable, a pesar de la falta de tiempo para cocinar. Buscar profesionales expertos y que sepan orientar es imprescindible para saber en todo momento qué es lo que se está haciendo bien y qué no en cuestión de alimentación.

Las enfermeras, por su cercanía a los pacientes, son los profesionales idóneos para aprender a comer bien y, sobre todo, tras sufrir un problema de salud. Durante el XII Congreso de Nutrición, Alimentación y Dietética, celebrado en Madrid, se ha hablado precisamente de esto, de la necesidad de que las enfermeras potencien la continuidad de cuidados entre los niveles asistenciales para lograr una perfecta recuperación nutricional después y durante la enfermedad. “Hace años vimos que cuando una persona se pone enferma y lo trataba una enfermera en el hospital, le ayudaba en el cuidado nutricional, pero al volver a la Atención Primaria utilizaban otra metodología. Ahí empezamos con la continuidad de cuidados y lo fundamental es que, al salir del hospital, en el centro de salud sigan con los mismos cuidados nutricionales, basándose en unos indicadores y estándares homologados. En definitiva, es necesario un circuito homologado y establecido entre atención hospitalaria y primaria”, afirma Marilourdes de Torres, supervisora de la Unidad de Nutrición y Dietética del Hospital Miguel Servet (Zaragoza).

De Torres, junto a Neri Fernández, enfermera e investigadora del Servicio de Cardiología del Complejo Hospitalario Universitario de La Coruña, y Victoria Laguna, del Hospital Clínico San Carlos, en Madrid, han realizado la mesa redonda enfermera del congreso, bajo el título de “Cuidados nutricionales”. La enfermera zaragozana ha puntualizado que hay que estudiar todos los casos porque “cuando a un paciente la ha dado una angina de pecho o un ictus, nuestra idea no es hacerle adelgazar rápidamente, sino acostumbrarle a llevar una vida saludable”. En este sentido, ha reforzado la idea de que sus compañeras “todo lo que hagan e indiquen lo escriban porque lo que no está escrito, no está hecho y las enfermeras sabemos educar muy bien, pero no lo escribimos”.

Para el presidente de la Sociedad Española de Dietética y Ciencia de la Alimentación y también presidente del congreso, Antonio Villarino, es imprescindible que exista un hueco para las enfermeras en estas jornadas. “La nutrición es uno de los cuidados de los que debe hablar la enfermería. Estas profesionales ayudan a la educación alimentaria, que está dentro de la educación sanitaria, uno de los pilares de la enfermería”, ha puntualizado.

Más de 600 inscritos, de los que casi una cuarta parte son enfermeras, han conocido los últimos avances y han analizado el futuro de la nutrición a nivel nacional e internacional. Los organizadores han aplaudido el éxito del congreso y han estimado que su intención principal es que en estos dos días se puedan conocer todos los temas y aspectos que preocupan a los profesionales.

Además, la enfermería también ha estado presente en lo que a comunicaciones y pósteres se refiere. Un total de 300 trabajos fueron admitidos y Carmen M. Salinas, profesora de la Universidad Autónoma de Madrid, ha considerado esencial que las enfermeras y estudiantes den a conocer sus estudios y sean así conscientes de la importancia que tiene la nutrición.