A. ALMENDROS / D. RUIPÉREZ.- ¿Por qué medidas sencillas que se han demostrado que son costo efectivas en la prevención de infecciones no llegan a implantarse en los hospitales? Inmaculada Fernández, enfermera y microbióloga, presidenta de la Asociación Española de Enfermería de Prevención y Control de Infecciones (AEEPyCI), explica su respuesta.
¿Cómo y por qué nace esta asociación científica?
La sociedad nace de la demanda de las enfermeras españolas. En Cataluña ya existía una asociación antigua de enfermeras de prevención y control de la infección, en Madrid también se había formado, pero sí que es verdad que se nos pedía como expertas que necesitábamos un foro común, a nivel nacional, para poder participar en programas y tener un foro de trabajo de competencias enfermeras en el ámbito de la prevención y control de la infección. Fruto de unas colaboraciones que hicimos surgieran unas relaciones personales que nos llevaron a crear la sociedad por la necesidad que había. Sí que es verdad que había sociedades científicas en las que estábamos incorporadas y seguimos, pero necesitábamos un foro propio para definir competencias, un foro para trabajar nuestros propios temas.
¿En qué estáis trabajando ahora mismo? ¿Cuál es vuestra prioridad?
Nuestra prioridad sería definir muy bien el campo competencial. En esto ha habido un gran trabajo. Una labor que está coordinada por María Luisa Rodríguez desde Madrid. Es un trabajo que se ha conseguido regularizar por parte del Consejo General de Enfermería y ya a nivel nacional se han podido definir y regular nuestras competencias. Esto es uno de los ámbitos que estamos difundiendo ahora. Otro ámbito es trabajar con todos los organismos que nos están requiriendo. Estamos trabajan-do con la agencia española en el programa PRAN (Plan Nacional de Resistencia a los Antibióticos) a nivel nacional de control de la resistencia antibiótica, en programas nacionales estamos en el Consejo Asesor Nacional y estamos trabajando en todos aquellos campos que se nos requieren. De momento estamos naciendo.
Los datos de infecciones en hospitales son alarmantes, ¿se podría hacer más de lo que se hace?
Lo primero es concienciarnos de que esto es un efecto ad-verso evitable y creo que hoy en día, en el mundo en el que estamos y la cultura de seguridad que estamos imponiendo en todos los centros con el impulso del ministerio, de la OMS y de todas las sociedades científicas hay que tener claro que un paciente no se puede llevar nada regalado de un hospital. Si partimos de que todo es evitable y que to-das las medidas son sencillas, como la higiene de manos, por ejemplo, quizás lo que necesitamos en los centros para que el profesional llegue a ritmo y pueda cumplir todas aquellas recomendaciones que se hacen desde los equipos es tener buenos líderes de prevención y control de la infección que transmitan el entusiasmo por garantizar la seguridad. Y después tenemos que analizar todo lo que es el campo de trabajo.
¿Cómo es posible que se diseñen herramientas que funcionen y eviten infecciones y luego no se implanten?
Porque la cultura de seguridad no ha llegado todavía a las gerencias. A veces invertimos en mucha tecnología cuando a lo mejor ahorramos mucho dinero cambiando un apósito transparente con el que además bajamos la carga de trabajo… Es verdad que a veces no contamos bien. En mi centro, por ejemplo, se hicieron unos cambios a unas toallitas de higiene de paciente y es verdad que suponía un coste un poco más elevado en bruto, pero cuando analizabas los tiempos de enfermería que te ahorrabas sale coste-efectivo. Necesitamos que las enfermeras de prevención y control de infecciones también investiguen y la investigación se convierte en pieza
A veces los propios profesionales flaquean a la hora de observar medidas de higiene correcta, ¿cómo podemos hacer que esas medidas calen entre los compañeros?
Yo creo que lo que hemos hablado antes de liderazgo está lleno de contenido, es decir, primero hay que tener unas medidas factibles, hay unas normas que alguien tiene que hacer cumplir… Tenemos que intentar ser la voz de tu conciencia, es decir, si en tu centro de trabajo hay una normativa de cómo has de vestir o cómo has de circular es por algo, esto es evidencia científica. Nada se hace por-que sí, y nadie quiere hacer que la gente trabaje más o menos. Si que es verdad que cuando uno va a trabajar a un sitio tiene que vestirse de una determinada manera. Necesitamos buenos líderes, buenos gerentes de hospital que te acompañen… es difícil generar corriente normativa o corriente de consejo si no tienes detrás una dirección bien concienciada de la seguridad del paciente, que eso es muy importante.