DAVID RUIPÉREZ / JESICA BENTANCOR.- Su dedicación al mundo de la nutrición la avala. Marilourdes de Torres, es un de las enfermeras que más saben en España y en el extranjero de nutrición y alimentación. Es la responsable de la Unidad Funcional de Dietética y Nutricional del Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza y coordinadora del Comité Científico de la Fundación de Enfermeras en Nutrición y Dietética. Además, es delegada en el Consejo General de Enfermería y tuvo el honor de ser elegida la primera presidenta enfermera de un Congreso multidisciplinar celebrado recientemente en Zaragoza, donde había médicos, enfermeros y diferentes asociaciones.
Cuando se habla de enfermedad y de cómo hacerla frente sólo se tienen en cuenta los medicamentos. En cambio, la alimentación tiene un papel fundamental, ¿Está cambiando este paradigma?
Hipócrates dijo que “El padre de la enfermedad pudo ser cualquiera, pero la madre es la mala alimentación. Que tu alimento sea tu medicina y tu medicina tu mejor alimento”. Con esta frase creo que él ya dio la respuesta. Cuando doy clases a las enfermeras les digo, si una medicación que le cuesta mucho dinero al Sistema Nacional de Salud se da sobre un organismo que no está nutrido, el 60% de esa medicación se va por la taza del váter, no hace efecto. ¿Por qué? Porque los estudios lo hacen sobre organismos que están nutridos. De hecho la desnutrición relacionada con la enfermedad es uno de los temas que más nos preocupa a los sanitarios y sobre todo a las enfermeras, porque muchas veces la desnutrición es una patología en sí misma. Si una persona tiene una patología pero tiene un nivel de nutrición bueno, esa patología puede salir adelante, y muchas veces la alimentación es un coadyuvante en sí mismo a esa patología. Por lo tanto por supuesto que a la medicación hay que darle el puesto que merece, pero siempre basándonos en que tiene que estar sobre una nutrición perfecta.
Ha mencionado el problema de la desnutrición en los pacientes hospitalizados, del que ha hecho su bandera. ¿Hasta qué punto es un problema común en los hospitales españoles y a qué se debe? ¿Es por desidia de los directivos, no hay sensibilidad para tratar a esos pacientes?
Me gusta mucho cómo ha hecho la pregunta porque ha nombrado a los directivos, pero lo malo es que hay muchos profesionales que no están comprometidos. Se fijan mucho en que medicación han puesto, pero no se fijan en cómo llega a ese paciente. En los organismos internacionales en los que represento al Consejo General de Enfermería se ha acordado que lo más importante, que además fue una moción mía que se aprobó, es formar a los médicos y a las enfermeras en el cuidado nutricional, sobre todo a las enfermeras. Porque nosotros tenemos que ser conscientes de que cuando nos llega un paciente a nuestra sala, es importante saber en qué condiciones nutricionales llega. Una vez visto eso, tenemos que ir haciendo un control, para que esa desnutrición no siga. Porque muchas veces, hay pacientes ancianos que vienen de residencias o vienen de casa, que a lo mejor están gordos pero tienen una desnutrición proteica. Porque la proteína es más cara, se mastica peor y sin embargo toman muchos hidratos de carbono, pero tienen desnutrición. Nosotros como Consejo General de Enfermería nos hemos puesto de objetivo, formar a las enfermeras, haciendo formación de formadores, para que al entrar en el hospital, los pacientes tengan un cribado. Y que las enfermeras de atención primaria cuando van sus usuarios a sus consultas, les hagan cuánto pesa, cuanto mide y saber ya con esos índices si hay que seguir haciendo más cribado.
Hay que hacer un cribado nutricional cuando el paciente llega al centro
Por la cercanía con el paciente, tanto enfermeras de primaria como de hospital tienen ocasión de ofrecerle consejos nutricionales, ¿Qué opina de esta estrategia?
Claro, la educación sobre nutrición es una parte inherente a la enfermera, es un cuidado básico porque todas las personas necesitamos dormir, comer y excretar, esos son los tres pilares básicos. Entonces a un paciente cuando tú le hablas de comida mientras se le hace una cama, yo he sido enfermera de UCI muchos años aunque llevo ya 24 en la nutrición, automáticamente lo que hacemos es que el cerebelo empiece a generar unas hormonas que hace que se asimilen mejor los nutrientes, hace que se tenga más apetito, entonces es un círculo en que vamos nosotros retroalimentando cosas. Con lo cual educación nutricional siempre tiene que ser básico. Educar en una dieta equilibrada, saber transmitir, si bien a mí no me gusta salir en la tele, hay que salir para decirles a las colegas, tenemos que hacer educación a la población, porque la educación en nutrición y la educación de una dieta equilibrada es un cuidado de enfermería.
Sin embargo el campo de la nutrición y la dietética es un campo en el que se han metido muchos profesionales sanitarios a hacer tareas propias de la enfermería y es algo que usted siempre está denunciando. ¿Cómo es la situación actual?
Las enfermeras siempre somos el jamón de York del sándwich, tenemos pan por un sitio y pan por otro, somos lo bueno claro, pero no se ve. Hay una Diplomatura, un Grado, que es de Dietética y Nutrición Humana y nosotros no tenemos nada que decir. Porque nosotros no queremos ir en contra de nadie, queremos ser complementarios. La primera vez que se habló de adherencia al tratamiento, lo dijimos las enfermeras, entonces ahora vienen señoritos por cualquier sitio para subirse al carro de hacer cribados y de hacer adherencia al tratamiento también. A mí me parece muy bien, porque tenemos tal desorden, estamos tan mal sobre todo en la desnutrición relacionada con la enfermedad, que cuanto más seamos va a ser mejor. Pero insisto, quien habló primero de la adherencia al tratamiento fuimos las enfermeras y hacer que un paciente se adhiera a una dieta equilibrada, es muchísimo más difícil que decirle la pastilla rosa por la mañana y la azul por la noche. Porque nosotros tenemos que hacer pedagogía, tenemos que hacer educación. Tienes que cambiar hábitos, hábitos nocivos que hay que quitarlos de raíz.
Es preciso comer cinco veces al día
¿Comemos demasiado? ¿Estamos sobrealimentados en la sociedad occidental, particularmente en España?
Hay que enseñar a comer. Algunas personas podemos estar gordas, pero tenemos una analítica buena y hay personas que a lo mejor no están gordas pero tienen una analítica mala, eso es lo que tenemos que conseguir nosotros. Igual que hablo de la desnutrición relacionada con la enfermedad, la otra pandemia que tenemos es la obesidad como síndrome plurimetabólico, que tiene unas alteraciones bioquímicas importantes. Es importante comer cinco veces al día. Cuantas más veces comemos más veces hacemos el metabolismo y más gastamos energía.
¿Y los niños?
Su cerebro necesita dos nutrientes, glucosa y nitrógeno. La glucosa la va a coger si mete hidratos de carbono en el desayuno y el nitrógeno lo va a tomar de los aminoácidos si ha incorporado proteína. Y hacer esas cinco ingestas que comentábamos: desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena. Y la cena que sea pronto, un niño pequeño de hasta 10 años no puede cenar a las 10 de la noche esto es una de las cosas que implican adiestramiento y pedagogía.
A veces escuchamos noticias sobre los alimentos funcionales, probióticos, omega 3 y luego otros estudios que afirman que eso no tiene el efecto que promete la publicidad. ¿Qué hay de verdad?
Los probióticos, sobre todos los de leche fermentada, son una realidad. Es verdad que es muchísimo mejor cuatro cucharadas de aceite de oliva en una ensalada, que tomarte los omega, pero sino tomas aceite tienes que hacer alguna cosa. Pero lo mejor es hacer una dieta equilibrada, variada y comer de todo. Y nosotros que en España tenemos tan ricas frutas y verduras, es una tontería que nos compremos pastillas de vitaminas, cuando haciendo una dieta equilibrada vamos a tener todas las vitaminas.