A. ALMENDROS / D. RUIPÉREZ.- El faro de Santa Cruz aborda el maltrato desde la perspectiva de la víctima, una víctima que decide salir de la situación en la que se ve sumida y sacar la fuerza necesaria para ayudar a otras mujeres. Su autora, Mayte Soy, compagina su pasión por la literatura con la enfermería.
¿Por qué decidiste escribir este libro?
El faro de Santa Cruz es la visión del maltrato y de la violencia desde la perspectiva de una víctima o damnificada. Una persona que está en un pueblo después de haberse dado cuenta de que tenía un problema donde se le va a cuidar, se le va a tratar, va a aflorar la resiliencia que debe tener y va a ayudar a los demás desde ahí. No es una persona exiliada, es una persona que tiene ganas de salir del trance que ha vivido, pero sin embargo no quiere que este dolor pueda con ella. Quiere que sea un punto de luz para muchas personas que lo han silenciado, otras se las ha ido encontrando, otras han sido ella misma la que lo ha pasado… Para que sean valientes, y no tengan miedo y puedan hablar de esta lacra que existe en la sociedad.
El personaje principal se va cruzando con otras mujeres y con otros personajes que están implicados en el maltrato, y así puedes abordar el problema desde muchos puntos de vista, porque maltrato no es sólo que tu marido te pegue una paliza…
No, hay muchos tipos de maltrato y muchos tipos de víctima. Realmente para abordar el maltrato en la violencia de la mujer hay que pensar primero que no es un tema sensacionalista ni es un tema que sólo interese a las mujeres. Interesa a toda la sociedad, hombres y mujeres, porque hay muchos hombres que apoyan a las mujeres no sólo en las manifestaciones, sino también en que se eduque de otra forma. Yo tengo dos hijos y para mí es un lujo poder transmitir la paridad de género en su educación. El maltrato está en diferentes ámbitos: en el hogar, en el trabajo en forma de acoso laboral, en las escuelas, en los barrios, en la trata de esclavas, en la prostitución… En definitiva, en cualquier punto donde una persona no trata a la otra persona como un ser humano.
Y, ¿el maltrato se puede dar en cualquier entorno?
Así es, el maltrato no se circunscribe a ningún entorno en especial ni tienes que ser pobre, ni rica, no conoce fronteras, religión… Es universal y es un problema importante de salud pública que tenemos que abordar entre todos.
Sin embargo, es cierto que se han hecho muchas cosas desde diferentes ámbitos para reducir o paliar el maltrato y no conseguimos acabar con ello. Pero ¿siguen existiendo actitudes machistas por parte de los jóvenes?
Sí, pero creo que la educación es la principal vacuna contra la violencia y entre todos tenemos que empezar a educar con actitudes y ejemplos a las personas que creen que no hay nada que hacer. Es cierto que no podemos decir, “ya no hay víctimas”, pero siempre que hay una actitud de rechazo a la violencia conseguimos un paso importante. Y eso de que es un patrón adquirido no es verdad, porque nosotros no podemos hacer la transmisión intergeneracional de la violencia, tenemos que evitarla.
En este nuevo libro, ¿qué hay de Mayte Soy?
De Mayte Soy está la verdad. Es un libro de verdad, no está inventado. Lo único que no es real es el faro de Santa Cruz y la Casa del Pedregal, pero el itinerario no es inventado. La protagonista sabe que tiene un problema, se atreve a contarlo y se atreve a que la ayuden. Ella escucha a más víctimas y pertenece a una asociación para ayudar a otras víctimas. Es la verdad en una ruta inventada que no es tan inventada.
¿De qué tratará tu próximo libro?
Sobre la violencia hacia las personas mayores. Lo abordaré con toda la verdad y desde una consideración científica de artículos, de evidencias personales y de datos contrastados, aunque esté en forma de novela.