EUROPA PRESS.- La enfermera británica Pauline Cafferkey, contagiada con ébola en Sierra Leona, ha superado la fase crítica de la enfermedad y “muestra signos de mejora”, según el hospital de Londres en el que permanece ingresada desde finales de diciembre.

El Royal Free Hospital ha hecho público un comunicado para anunciar que Cafferkey está mostrando signos de mejora y ya no está críticamente enferma”. Sin embargo, “permanece en aislamiento y recibe cuidado específico por el virus del ébola”.

Esta enfermera, cooperante de Save The Children, es la primera persona en ser diagnosticada con el virus en el territorio británico.

“Hemos decidido tratarla con dos cosas, la primera de ellas es plasma convalesciente, lo que significa un producto tomado de la sangre de otro paciente que se ha recuperado del ébola”, explicaba el médico Michael Jacobs, tras el ingreso de la sanitaria.

El plasma, que contendría anticuerpos para ayudar a combatir la enfermedad, ha sido elegido de un muestrario a nivel europeo, donado por supervivientes de la enfermedad.

Tratamiento experimental

“La segunda cosa que le estamos dando es un medicamento antiviral, es un medicamento experimental”, precisó Jacobs. “Es muy consciente de que se trata de un tratamiento experimental”, subrayó.

Jacobs indicó que no había suministros disponibles del medicamento ZMapp, que ya fue usado por el centro para tratar con éxito a un paciente William Pooley, que fue diagnosticado fuera del país y trasladado para recibir tratamiento hace unos meses.

El médico no quiso revelar el medicamento experimental que se está usando con Cafferkey pero sí aclaró que ya se ha empleado para tratar a otros pacientes con ébola, así como otras enfermedades.