ALICIA ALMENDROS.- Pupas, sustos y otros disgustos; queriéndonos bien, operación teenager… Estos son algunos de los programas con los que la enfermería comunitaria de Ourense acerca la salud a toda la población, especialmente a los más jóvenes. “Estamos acostumbradas a salir a la comunidad desde hace muchos años. Y, aunque hicimos un parón con la pandemia hemos vuelto con más fuerza. Se llevan a cabo programas en colegios, colaboramos con asociaciones de vecinos… Y es que creemos firmemente en la importancia de la prevención y la promoción de la salud”, explica Verónica Civeira, supervisora del área de Atención a la Cronicidad del Complejo Hospitalario Universitario de Ourense y coordinadora de las Intervenciones Comunitarias del Área.
La acogida está siendo muy bien, incluso es la propia población la que lo demanda. “Como nos conocen, si en un colegio tienen un problema en el que ven que podemos ayudar enseguida nos contactan para pedirnos ayuda”, añade Civeira.
Estilos de vida saludable
Además de la labor programada y asistencial del Centro de Salud, como analíticas, curas o seguimiento de crónicos… “llevamos a cabo actividades que promuevan estilos de vida saludables para empoderar a la población”, comenta José Manuel Álvarez, enfermero de familiar y comunitaria en el Centro de salud de A Valenza (Ourense). “En el proyecto pupas, sustos y otros disgustos, por ejemplo, enseñamos a los niños de tercero y cuarto de primaria para saber qué hacer si se hacen una herida, dan un golpe, cómo actuar ante una parada, un atragantamiento… Todo con técnicas de juego para que sea más divertido”, resalta.
Además de este programa, las enfermeras llevan a cabo iniciativas de alimentación junto con las nutricionistas o de higiene bucodental con las higienistas dentales, por ejemplo. Aunque varían en función de la demanda y a quien vayan dirigidas. “Se trata de que conozcan tanto el centro de salud como a nosotros. Que sepan que no estamos solo para cuando están enfermos, sino que actuamos promoviendo la salud y que si tienen un problema o duda puede recurrir a nosotros”, argumenta Álvarez. “La enfermería comunitaria se trata de que salgamos al entorno para poder ayudar y cubrir las necesidades de la población”, apostilla.
En el área de salud donde trabaja este enfermero están llevando a cabo algún proyecto piloto en el que se abordarán la obesidad infantil en la infancia y la fragilidad en el anciano, “pero es muy importante que también se impliquen los agentes sociales y políticas de la comunidad”, comenta.
Educación afectiva, emocional y sexual
Llegar a los adolescentes a veces es complicado, por eso con los programas operación teenager o queriéndonos bien se abordan temas complejos en esas edades como es la educación afectiva, emocional y sexual. “Hacemos hincapié básicamente en los cambios físicos, hormonales y emocionales que hay en el periodo de la pubertad. También tocamos temas como las infecciones de transmisión sexual (ITS), el embarazo adolescente y la gestión de emociones”, informa Vanesa Santana, enfermera especialista en Pediatría.
Las ITS han aumentado en los últimos años. “Es un problema que se puede evitar con educación sanitaria y cuanto antes empecemos mejor. El programa queriéndonos bien, por ejemplo, acoge a niños de 12 y 13 años, y a veces incluso llegamos tarde porque ya han visto cosas en internet o lo han escuchado… Para eso tenemos el programa teenagers que coge a los de sexto de primaria”, comenta Santana. “La acogida está siendo muy buena. De hecho, el primer año éramos nosotras las que les contactábamos y ahora son los centros los que nos llaman para que establezcamos charlas para los niños”, afirma.
Suelo pélvico
María Isabel de la Torresas, matrona de un centro de salud de Ourense, se encarga de acercarse a las mujeres para educar, sobre todo, sobre el suelo pélvico. “Hemos realizados talleres con el objetivo de que no se normalicen ciertos problemas de la mujer como puede ser la incontinencia. Porque es algo que puede ir a más si no se le pone remedio. Les damos prevención y al mismo tiempo intentamos animarlas”.
Torresas asegura que cuando hacen los ejercicios y observan los resultados se van muy contentas. “Los ejercicios que se le indican evolucionan en un 90%. Las matronas estamos para acompañar tanto para el embarazo, el parto, la lactancia, la anticoncepción… Somos las que hacemos los programas de cribado y derivamos a los ginecólogos cuando es necesario”, finaliza.