REDACCIÓN.- El Colegio de Enfermería de Vizcaya ha acogido la celebración de la IV Jornada de Enfermería de Salud Mental de Vizcaya. La cita estuvo organizada por la Asociación Española de Enfermería de Salud Mental (AEESME), la Academia de Ciencias de Enfermería de Vizcaya (ACEB) y la Comisión de Salud Mental del Colegio de Enfermería de Vizcaya. En ella se ha puesto de manifiesto que la enfermera es una profesión con un elevado riesgo psicosocial.
La jornada fue inaugurada por el Francisco Megías, presidente de la Asociación Española de Enfermería de Salud Mental de España, Maite Feito, presidenta de la Academia de Ciencias de Enfermería de Vizcaya , y María José García Etxaniz, presidenta del Colegio de Enfermería de Vizcaya.
En la jornada se trataron temas como la evolución de la autonomía de la voluntad en la toma de decisiones al final de la vida, la importancia de la presencia enfermera para trabajar cuidados integrales en los dispositivos de atención en los primeros episodios psicóticos y el trabajo que las enfermeras especialistas en Salud Mental desarrollan en hospitales de día infanto-juveniles.
Además, y tal y como declaró Francisco Megías, «la jornada ha sido una ocasión propicia para exponer intervenciones punteras que se vienen desarrollando en distintos centros y servicios. Por otro lado, conscientes del patrón epidemiológico actual derivado de la pandemia que se viene sufriendo a causa del coronavirus entre los profesionales sanitarios, con situaciones de estrés, ansiedad, fobias, depresiones reactivas, etcétera, hemos querido también explicar el programa de ayuda que a disposición de todos ha puesto el Colegio de Enfermería de Vizcaya . Es un buen recurso que animamos a utilizar cuantos profesionales presenten cualquier síntoma del ámbito de la Salud Mental».
Enfermeras especialistas
Según manifestó el presidente de la AEESME, «las enfermeras especialistas en Salud Mental persiguen la actualización curricular para estar en la mejor disposición y atender la necesidad de cuidados de las personas, las familias y los grupos sociales con gran profesionalidad y calidad».
Por su parte, María José García Etxaniz puso de relieve durante su discurso de bienvenida, que tanto el coronavirus como la guerra de Ucrania «han supuesto y suponen dos enormes retos de salud mental. La pandemia de COVID-19 ha aumentado más de un 25 por ciento los trastornos de ansiedad y depresión entre la población general. Incluso para nuestro propio colectivo, ha supuesto una durísima prueba psicológica, como bien podemos decir, por haberlo vivido en carne propia muchas de nosotras y nosotros. En cuanto a la Guerra de Ucrania, es un nuevo escenario que precisa la insustituible labor de la enfermería, también, en su especialidad de salud mental, poniendo de nuevo de relieve su valía y ayuda para el cuidado de la salud mental, algo que es absolutamente imprescindible para el bienestar integral de la persona».
Baltasar Gómez Galán, vicepresidente de la Academia de Ciencias de la Enfermería de Vizcaya y responsable de la comisión de Salud Mental del Colegio de Enfermería de Vizcaya, valoró positivamente la vuelta a la presencialidad de estas jornadas «después de dos años duros por la pandemia, a la que se suma ahora la incertidumbre de una guerra, con sus consecuencias económicas, estrés y tensionamientos sociales. En estas jornadas, hemos aportado conocimientos normativos de aplicación por la enfermería especialista en Salud Mental, además de un mensaje de esperanza, para seguir avanzando en los cuidados a las personas que los necesiten».
Decisiones al final de la vida
El primero en intervenir, fue el Dr. Rafael Toro, experto universitario en Bioética Clínica y supervisor del Hospital Universitario Príncipe de Asturias, con la ponencia ‘Evolución de la autonomía de la voluntad en la toma de decisiones al final de la vida’. En la misma, reflexionó sobre la gestión del “tiempo de morir”, centrándose en la evolución histórica de la toma de decisiones de la persona durante el proceso final de su vida.
«Dentro de los distintos modelos de ética que tratan de interpretar la vida destacan dos. Uno defiende la sacralidad de la vida, por lo que el ser humano no tendría potestad de actuación sobre ella. El otro modelo, desde el utilitarismo, rechaza esta concepción sagrada y hace hincapié en la importancia de la calidad de vida y el respeto a la autonomía de la voluntad paciente», manifestó.
El análisis jurídico que presentó «realiza un repaso a la evolución normativa del desarrollo del derecho del paciente a la toma decisiones. La transformación se inicia con la Constitución Española, pasa por la Ley de autonomía del paciente y culmina con la reciente aprobación de la Ley de regulación de la eutanasia. Este conjunto de normas permite un escenario actual en el que la persona puede ser dueña de su propia vida e incluso de su propia muerte».
La siguiente ponencia, ‘Presencia enfermera en un dispositivo de atención ante primeros episodios psicóticos’, a cargo de Violeta Sánchez, enfermera especialista de Salud Mental de la Red de Salud Mental de Vizcaya, se llevó a cabo de forma telemática.
Psicosis
La especialista habló sobre los equipos de Lehenak o programas de primeros episodios psicóticos y de cómo están configurados; de qué profesionales constan, cauces de derivación y qué perfil de pacientes son atendidos en ellos. El grueso de su intervención lo centró en el acompañamiento terapéutico a la psicosis. Así, trató «cómo entender la función del síntoma (delirios, consumos etc.) en los diferentes polos de la psicosis (paranoide, melancólico y esquizofrenia)». La experta incidió finalmente en la importancia del trabajo con familiares, «tanto en espacios individuales como grupales».
Tras la ponente anterior, Cristina Varillas, enfermera especialista en Salud Mental, presentó el trabajo diario en un hospital de día infanto-juvenil, especialmente, las actividades en las que los profesionales de Enfermería tienen un rol protagonista. «Prácticamente, estamos presentes en todas las actividades. En nuestra labor, trabajamos a través de la línea psicoterapéutica de la terapia dialéctica conductual, que está especialmente indicada para trastornos límite de la personalidad.
Dentro, tenemos cinco grandes líneas de trabajo; la línea principal consiste en aprender a aceptar esas emociones, a aceptar el malestar y desarrollar técnicas que ayudan a tolerar, cambiar, aceptar, etc. También trabajamos en el ámbito de las habilidades sociales, con el fin de ayudar a enfrentarse a la vida, al mundo social, a las dificultades en las relaciones, comunicación asertiva, etcétera. Al final, lo que damos son herramientas para que cuando salgan, tengan habilidades tanto desde el punto de vista conductual como de pensamiento, así como habilidades para controlar y regular sus emociones», declaró.
Ayuda a profesionales
El programa de la jornada lo cerró el psiquiatra Juan Luis Mendívil, con la ponencia ‘Ayuda a profesionales desde el programa del Colegio de Enfermería de Vizcaya’, en el que trató el programa de ayuda a profesionales enfermeros, puesto en marcha en el inicio de la pandemia por iniciativa del Colegio de Enfermería de Vizcaya, y que tiene como objetivo evitar posibles casos de estrés postraumático, así como aliviar y evitar cuadros de ansiedad, síndromes de estar quemado, etcétera, en este colectivo sanitario.
Tal y como aseveró, «el trabajo de enfermería es uno de los más cercanos al sufrimiento humano; este es el motivo por el que se precisa que sea vocacional. Sin embargo, la enfermera es una profesión con un elevado riesgo psicosocial, no sólo por el propio objeto de trabajo, sino también por otros condicionantes que convierten a esta tarea en altamente estresante. Ha tenido que venir la COVID-19 para que la población general sea conocedora de esta situación, pero en realidad la necesidad del cuidado de la Salud Mental del profesional de enfermería es previa a la pandemia».
El Colegio de Enfermería de Vizcaya se ha hecho eco de esta problemática y ha puesto al servicio de los colegiados y colegiadas distintas medidas para abordarla. «Es de crucial importancia para el buen ejercicio de la profesión el equilibrio mental y el conocimiento de herramientas que lo faciliten, no sólo para mantener un alto grado de eficacia en el trabajo, sino también para prevenir el desarrollo de cuadros psíquicos que pueden llegar a condicionar la praxis».
Atención psiquiátrica
Este programa se enmarca dentro de uno más amplio, denominado Lagundu, puesto en marcha por el Colegio de Enfermería de Vizcaya en 2018 como un servicio de atención psiquiátrica y psicológica para los colegiados y colegiadas afectados de adicciones, bien por una adicción al alcohol o a otras drogas, que impidan o condicionen negativamente su práctica profesional. Este programa, garantizando siempre la confidencialidad de todo el proceso, asegura que los profesionales que solicitan ayuda, reciban la asistencia especializada necesaria, favoreciendo su rehabilitación como profesionales y procurando igualmente que la práctica de la enfermería se haga en las mejores condiciones posibles de salud.
Un Comentario
Cristina
Es una profesión demasiado sacrificada,exclava de malos horarios,riesgos físicos,mal pagada ..no compensa.La vocación se diluye con el paso de los años.
No estudies eso.