MARÍA ALCARAZ.- El abordaje de heridas por parte de enfermería tiene un papel especial en la época estival. Las lesiones cutáneas originadas por picaduras de insectos es son un problema de lo más común en verano, que además puede entrañar un reto extra para las enfermeras: las heridas por picaduras de insectos desconocidos y que, a priori, no tienen un tratamiento pautado.

Es este tipo de heridas dedicó una ponencia la enfermera Mercedes Carrasco, subdirectora de Ordenación Académica y Prácticas Clínicas del Centro Universitario de Enfermería Virgen de la Paz de Ronda, durante los cursos de verano organizados por el Grupo Nacional para el Estudio y Asesoramiento en Úlceras por Presión y Heridas Crónicas (Gneaupp) el pasado mes de junio.

Heridas por picaduras de insectos desconocidos

La enfermera explica que el abordaje de este tipo de lesiones tiene un reto, que comienza antes del tratamiento como tal de la herida: motivar a los pacientes a acudir a sus enfermeras para tratarlas. “En la actualidad la mayoría de heridas son tratadas por los propios usuarios, y no consultan con profesionales sanitarios”, incide Carrasco.

El tratamiento incorrecto de estas picaduras conlleva más riesgos que la picadura de un ‘viejo conocido’ como puede ser la de un mosquito o una araña. “Estas picaduras de insectos desconocidos tiene una agresividad que dura más tiempo y, además deja mayor marca”, comenta. Además, recuerda que no tratarla de manera adecuada puede suponer complicaciones más adelante. “En el caso que expuse en el congreso, se empezó con síntomas como los citados y terminó con una placa necrótica de la zona, que derivo en unas curas con material específico”, desarrolla la experta.

Asimismo, la enfermera pone de manifiesto que una picadura, en un primer momento, no debe de considerarse una lesión. Y es el mal tratamiento el que tiene como consecuencia llegar a ello. “En muchos casos, debido al rascado, patología de la persona o la toxicidad de la picadura, se termina produciendo una herida que necesita un tratamiento específico”, recuerda y añade que, además, esto puede llegar a “otras afectaciones del organismo, por infección, fiebre o malestar”.

Síntomas de picaduras complicadas

De esta manera, la profesional recomienda, en caso de sufrir una picadura, en primer lugar, identificar qué insecto está detrás de esta, así como vigilar la zona donde se ha producido. “Si aparecen signos y síntomas comunes como enrojecimiento, inflamación, calor, prurito… lo más importante es no rascar, ya que de esa forma se extiende el veneno inoculado y lo podemos infectar con nuestras propias uñas”, indica la enfermera.

Además, hace hincapié en que, en caso de que la picadura sea muy extensa, no se controlen los síntomas o se haya producido una lesión, es necesario consultar con un profesional sanitario, “y debe ser valorada tanto por un profesional facultativo como de enfermería”. “Sobre todo en caso de que ya haya una lesión y no sea una ‘simple’ picadura con enrojecimiento”, concluye la profesional.