ÁNGEL M. GREGORIS.- Daniel Jiménez. 27 años. Él es una de las 3.366 personas que contrajeron el VIH el año pasado en España. Tras conocer la noticia, Daniel reconoce que se le cayó el mundo encima. “Pensé que se acababa mi vida”, relata. Pero, después de 18 meses conviviendo con el virus, ha entendido que no hay que callarse, que es una enfermedad crónica como otra cualquiera y que puede hacer una vida relativamente normal. “Tomé conciencia de que hay que darle visibilidad cuando me despidieron del trabajo por ser seropositivo. Mi jefa me mandó un whatsapp para decírmelo”, afirma.
Para él, contar con el apoyo incondicional de su madre ha sido imprescindible para salir adelante. “Es importantísimo tener a alguien desde el diagnóstico para poder superarlo”, señala. Su médico, enfermera y demás profesionales expertos en VIH también han contribuido a que ahora él pueda seguir con su vida como hacía antes de la infección.
“Mi enfermera se ha portado muy bien, me ha dado las recomendaciones necesarias y lo más importante es que me ha enseñado que hay que darle normalidad al asunto”, destaca Daniel.
A pesar de vivir en un mundo globalizado en el que cada vez debería haber más información sobre el tema, las infecciones siguen aumentando y muchos adolescentes no conocen esta realidad que cada vez es más frecuente entre los jóvenes. “Las instituciones ya no informan, hace años dábamos sesiones en los colegios y ahora ya no se hace. Mi experiencia es que los jóvenes están absolutamente desinformados sobre este asunto y tampoco buscan ellos información por su cuenta”, explica Juan Carlos Carrió, enfermero del centro sanitario Sandoval, en Madrid.
Carrió resalta la importancia de la enfermería a la hora de dar visibilidad a las personas portadoras de VIH, tanto con sus familias como con el resto de la sociedad. “Al conocer la noticia, para los afectados sigue siendo un estigma y tienen que pasar el duelo. Desde la enfermería tenemos que dar un mensaje de optimismo, recalcar que es una enfermedad crónica, que tiene tratamiento y que los infectados pueden continuar relacionándose como lo han hecho siempre”, apunta.
El enfermero considera, además, que ellos pueden ser un figura esencial a la hora de dar apoyo a estas personas en el caso de que no quieran o no se atrevan a contárselo a alguien cercano. “Es muy gratificante ver cómo ese apoyo es eficaz y sirve de ayuda para ellos”, subraya.
Con motivo del Día Mundial de la Lucha contra el Sida, que se conmemora el 1 de diciembre, la Asociación Imagina Más ha lanzado la campaña ‘Ponte en mi piel’ para concienciar a la población de la necesidad de reducir el estigma con el que viven las personas con VIH. Rostros conocidos como Rosa López, Almudena Cid, Rozalén, Melani Olivares y Fernando Tejero han apoyado la iniciativa con un vídeo en el que invitan a pararse a pensar lo que siente una persona con VIH y recordar que “todos, en algún momento de la vida, necesitamos el apoyo de nuestro entorno”.
La gimnasta retirada Almudena Cid considera que cuando rostros conocidos “apoyamos iniciativas así contribuimos a que la noticia se difunda y se normalice más”.
“Es necesario que nosotros podamos dar visibilidad a este tema y ayudar a que la gente se informe más. No se puede consentir que se les despida de los trabajos como le pasó a Daniel. Con este pequeño gesto podemos lograr que personas que están sufriendo un montón puedan salir adelante”, concluye Rosa López.