REDACCIÓN.- La Organización Colegial de Enfermería lamenta la pérdida de una nueva compañera, una joven enfermera que trabajaba en el Hospital de Villarrobledo, en Albacete. Se trata de Isabel Pérez Córdoba, que ejercía su labor en la planta de Medicina Interna del centro castellano-manchego. La Organización Colegial de Enfermería quiere trasladar a su familia y allegados su más sentido pésame por el fallecimiento de una profesional ejemplar, querida y respetada tanto por sus compañeros como por sus pacientes. Descanse en paz. El Colegio de Enfermería de Albacete, que preside Concha Piqueras, destaca su “vocación y profesionalidad, Isa ha combatido en esta pandemia cuidando cada día a sus pacientes en el Hospital de Villarrobledo”
Por su parte, el presidente del Consejo General de Enfermería, Florentino Pérez Raya, ha asegurado que “estos días tenemos que lamentar pérdidas irreparables y esta compañera de Albacete, como todos los profesionales que se dejan la piel por sus pacientes, que se entregan a los cuidados de los demás, siempre quedará en nuestra memoria”.
Esta pérdida ha dejado un hueco irreparable en la familia enfermera albaceteña y ha causado una profunda conmoción entre los compañeros de Isabel en el hospital y las redes sociales también ha sido el escenario de las muestras de cariño y pésame entre enfermeras de toda España y los distintos Colegios de Enfermería e instituciones, algo que agradece en nombre de la familia el Colegio de Enfermería de Albacete y el Consejo General.
Un Comentario
Carmen
D.E.P
Lamentablemente otra compañera que pierde la vida.
Espero que a los responsables de enviar a los sanitarios a la guerra de esta batalla sin armas, les remueva la conciencia y pese sobre sus conciencias toda su vida.
Nuestra profesión es maravillosa y nos entregamos a nuestros pacientes y sus familias. Pero en esa entrega no esta, ENTREGAR LA VIDA. NO ES JUSTO
A todas las instituciones que nos han fallado les pido que reflexionen por lo que han hecho.
Es una vergüenza y un horror todo lo ocurrido.
Espero que si hay otra oleada estemos preparados. Que no falte material de protección. YA NO HAY EXCUSAS para que nos conviertan en camicaces
Mi reflexión personal es que por desgracia no le hemos importado a ninguna institución. Solo le importamos a nuestra familia. Ellos son los que lloran las muertes.