ÁNGEL M. GREGORIS.- El 51,9% de los británicos dice sí al brexit y decide que el Reino Unido abandone la Unión Europea en un referéndum histórico celebrado este jueves 23 de junio. El otro 48,1% se muestra de acuerdo en seguir dentro de la Unión y ahora espera con incertidumbre lo que puede suceder en un futuro próximo.
En estos momentos se abre un proceso complicado, que puede alargarse más de dos años, y en el que aún hay muchos asuntos por tratar y negociar. Todavía no se sabe cómo será el proceso de separación, pero lo normal, según los expertos, sería que en un futuro se produjese la ruptura de la libre circulación de personas entre el Reino Unido y el resto de estados miembros. En los últimos años, miles de enfermeras españolas han emigrado hacia el Reino Unido en busca de una oportunidad laboral que se les negaba aquí por la gran crisis económica y que allí, sin embargo, demandaban masivamente.
Este resultado deja a todos estos profesionales a la espera de lo que suceda en las negociaciones, pero desde el Consejo General de Enfermería (CGE) recomiendan “cierta calma”. “Es una situación de preocupación, pero también debemos tomárnoslo con calma porque los enfermeros partimos con una cierta ventaja y esta es la insuficiencia de recursos humanos sanitarios que tiene el Reino Unido. Esto puede significar que tengan que recurrir a medidas de carácter excepcional y a firmar acuerdos de forma inmediata para poder resolver sus propios problemas y, además, los de los trabajadores británicos que están en otros países de la Unión”, afirma Rafael Lletget, responsable del Departamento Internacional de CGE.
Para él, los enfermeros que ya están allí quedan pendientes de una regularización específica y “desde aquí habrá que valorar qué iniciativas se toman”. Lletget recuerda que el Reino Unido es uno de los países que más enfermeras ha demandado en los últimos años y por eso confía en que se llegue a acuerdos concretos para ellos porque “el Reino Unido ha hecho una muy insuficiente planificación de recursos humanos en el ámbito sanitario y necesitan muchos profesionales para mantener su Sistema Nacional de Salud”.
Además, y más allá de los que ya se encuentran allí, cabe pensar que se puede ver afectada también la aplicación de determinadas directivas comunitarias, que son normas que vinculan a todos los estados miembros, y en particular la directiva de reconocimiento de las cualificaciones profesionales. “Si hasta ahora el reconocimiento de los títulos entre todos los países era automático, a partir de este momento eso debería desaparecer y esto significaría que reconocer un título de enfermera española en el Reino Unido sería como reconocerlo en el Congo, Bolivia o en cualquier país que no pertenezca a la Unión”, resalta Lletget.
No sólo los profesionales se verán afectados por esta decisión, sino que los pacientes también notarán esta futura ruptura. “La directiva de derechos de los pacientes en la Atención Sanitaria Transfronteriza, por la que tanto luchó el Reino Unido, y que permitía a los ciudadanos de la UE ser atendidos en cualquiera de los países miembros en caso de necesidad, se verá ahora anulada en el Reino Unido, en la que será otra de las nefastas consecuencias de esta terrible resolución”, concluye.
Creo que hay que mantener la calma pues lo que ahora parece algo irremediable cuenta con dos años para llegar a tratados y convenios y no creo que se hayan metido en esta situación sin tener al menos medio «as» en la manga. No cabe duda de que perderán derechos pero no me conformo en pensar que frente al reconocimiento de su «soberanía» como en tiempos pretéritos vayan a sumir al pueblo en el caos que a priori parece va a ocurrir. Así que paciencia.