ALICIA ALMENDROS.- La enfermería mundial se vio de la noche al día ante un virus desconocido. Un virus que les hizo cambiar protocolos, forma de trabajar e incluso la forma de relacionarse. Ahora, poco más de un año y medio después de que empezara la pandemia, varios enfermeros han analizado en el Congreso Internacional de las enfermeras qué lecciones se han aprendido y qué hay que mejorar en el futuro.
“Durante toda esta crisis se han tomado decisiones que han afectado a todos los sistemas sanitarios del mundo. Por ello, es muy importante que durante el congreso seamos capaces de acordar cómo podemos hacer frente a los nuevos desafíos”, expuTodas las entradasso Safa Al Mustafa, directora de Enfermería y responsable de operaciones de 16 clínicas de especialidades ambulatorias en los hospitales Sheikh Khalifa Medical City y Al Rahba de los Emiratos Árabes Unidos, y moderadora de la sesión “Flexibilidad e innovación en la reglamentación de la enfermería: lecciones extraídas del COVID-19”.
Salud Mental
“Hemos vivido algo sin precedentes a nivel mundial y hemos aprendido que la pandemia va a suponer un antes y un después para la enfermería tanto desde el punto de vista de la práctica enfermera como de la educación y la gobernanza”, resaltó Aysha Al Mahri, presidenta de la Asociación de Enfermería de los Emiratos Árabes Unidos. El COVID-19 ha afectado a todos los países. Por eso, Al Mahri durante su ponencia quiso poner sobre la mesa una posible hoja de ruta con todo lo que considera que habría que poner en práctica para corregir los errores cometidos durante la pandemia. “Debemos tener en cuenta la equidad sanitaria, la ética, la innovación, una planificación de la respuesta internacional en la que volvamos a la base de la enfermería y sobre todo poner especial énfasis en el bienestar y la salud mental”, señaló. La presidenta de la Asociación de Enfermería de los Emiratos Árabes Unidos hizo especial hincapié en el punto de la salud mental: “siempre hemos hablado de salud mental pero nunca lo habíamos tenido en cuenta como algo prioritario y con la pandemia nos hemos dado cuenta de que es muy importante, no sólo para el paciente sino también para el profesional sanitario”.
La innovación también ha sido uno de los temas debatidos durante el encuentro. Y es que todo apunto a que la “teleasistencia” y sobre todo la implantación de las nuevas tecnologías en los centros sanitarios ha llegado para quedarse. “Podríamos decir que la innovación ha sido una de las lecciones aprendidas. Antes del COVID no era una prioridad, pero ahora sí. Es importante integrar la historia clínica electrónica y para ello debemos hacer una planificación a cinco años vista para poder gestionar futuras crisis. Todas las direcciones de enfermería debemos preparar a las nuevas generaciones sobre un modelo innovador de actuación”, apostilló.
Por su parte Mary Chiarella, directora de enfermería y obstetricia del departamento de Nueva Gales del Sur y profesora de la Fundación de Enfermería en Salud Correccional, con la Universidad de Tecnología de Sídney, habló de qué forma se podía integrar la atención sanitaria en los domicilios sin dejar de lado los cuidados: “La teleasistencia ha venido para quedarse, así que deberíamos integrarla en los estudios de enfermería en el futuro”.
Liderazgo
Por su parte José Luis Cobos, vicepresidente III del Consejo General de Enfermería, contó cómo la enfermería española vivió la pandemia: “A pesar de la situación tan crítica en la que no sólo no sabíamos qué tratamientos usar sino que no sabíamos cómo protegernos, las enfermeras han sabido buscar soluciones rápidas para atajar los problemas que iban surgiendo. Hemos tenido que cambiar nuestra forma de trabajar, los protocolos, reubicar personal, transformar el sistema sanitario…”.
Además, durante los meses de pandemia, la Organización Colegial de Enfermería de España ha colaborado de forma activa con las autoridades sanitarias en la elaboración de protocolos e información para los profesionales sanitarios. “Protocolos en los que debemos saber gestionar toda la información ya que debemos tener en cuenta que a veces abrumamos con protocolos muy extensos. De hecho, podríamos decir que aprender a gestionar la información es un desafío que tenemos por delante ante nuevas pandemias. No es factible que las enfermeras dediquen mucho tiempo a saber cómo atajar una situación leyendo grandes documentos. Tenemos que ser más prácticos”, resaltó Cobos.
El registro de profesionales es otro de los retos que la enfermería tiene por delante. “Estos meses ha habido movimiento de enfermeras entre provincias, incluso estudiantes que por ejemplo han tenido que asumir la labor de una enfermera, personas jubiladas que han vuelto a su puesto de trabajo para ayudar… y esto ha sido un gran nicho para el posible intrusismo profesional. Por eso, tenemos antes nosotros el desafío de evitar situaciones críticas de este tipo”, expuso Cobos.
Además del registro profesional, de la regulación académica y la mejora de las condiciones laborales, el vicepresidente III del Consejo General de Enfermería hizo especial hincapié en que las asociaciones y organizaciones de enfermería deben ser líderes ante las autoridades sanitarias. “Debemos retomar el liderazgo profesional. Hemos hecho formaciones de liderazgo y hemos tenido la oportunidad de hacernos visibles ante los medios de comunicación. Por tanto, es clave que seamos conscientes de la importancia de que nuestras instituciones sean líderes entre las autoridades sanitarias. Debemos aprovechar el momento de la pandemia para hacer visible a la enfermería y que el mundo entienda cuál es nuestra labor. Si nosotros mismos no nos creemos el potencial que tenemos difícilmente podemos avanzar”, finalizó Cobos.