GEMA ROMERO.- La Junta Directiva del Consejo Internacional de Enfermeras (CIE), reunida en Ginebra, ha expresado su más profunda preocupación por los que sufren en el conflicto en curso en Israel y Gaza. La Junta del CIE condenó todos los actos de violencia y terrorismo y renovó su exigencia de un acceso seguro a los servicios de salud para todos y la protección de los trabajadores de la salud. Así, la enfermería mundial condena la violencia y el terrorismo en el conflicto entre Gaza e Israel.
Para ello ha emitido una declaración en la que hacen un “llamamiento a todas las partes en conflicto para que establezcan un proceso de paz, pongan fin a la violencia y aseguren la paz”, a la vez que condenan “en los términos más enérgicos posibles la violencia y el terrorismo continuados en el conflicto entre Israel y Gaza y expresamos nuestra más profunda preocupación por todas las personas de la región y por la continua pérdida de vidas inocentes”.
Protección de instalaciones y profesionales
En su comunicado también realizan un “llamamiento a todas las partes para que respeten sus obligaciones legales en virtud del derecho internacional humanitario de proteger y respetar el acceso seguro a los servicios e instalaciones sanitarios y garantizar la seguridad y protección de los civiles y del personal sanitario”, y para que encuentren “urgentemente”, “la manera de proporcionar un acceso seguro a la ayuda médica y humanitaria y apoyo a todas las personas atrapadas en el conflicto”.
El máximo organismo de representación de la enfermería a nivel mundial también aprovecha la ocasión para reconocer “el servicio y el enorme sacrificio de todos los trabajadores de la salud en el conflicto que prestan atención y apoyo a todas las personas mientras su seguridad personal está en riesgo en un momento en que están lidiando con su propia pérdida, incluyendo el cuidado de familiares heridos y el luto por las personas perdidas”, a la vez que reconocen y se solidarizan con “las enfermeras y todos los trabajadores sanitarios de la región que se ven personalmente afectados por la violencia, la destrucción y la pérdida y separación de sus seres queridos, así como por la enorme carga de salud mental que soportan y que debe abordarse urgentemente”.
Desde el CIE también se muestran “profundamente preocupados por los civiles inocentes, en particular las mujeres y los niños, los ancianos y los más vulnerables, que se ven atrapados en el conflicto y cuya salud física y mental se está viendo dañada. Somos conscientes no sólo de las necesidades sanitarias de quienes se ven directamente afectados por el conflicto, sino también de las necesidades preexistentes y continuas de las personas con enfermedades de larga duración”.
Además, animan a todos los que deseen apoyar a las enfermeras y a los cuidados de salud en la región a unirse a su campaña #NURSESFORPEACE, que apoya a las enfermeras que trabajan en primera línea en las zonas de conflicto de todo el mundo, y a hacer donaciones a través del Fondo Humanitario del CIE.