GEMA ROMERO.- “No es lo mismo cuidar a un niño de 26 semanas en unos momentos muy críticos, que necesita una especialización muy importante, que otro tipo de pacientes pediátricos. La enfermería neonatal quizá el reto más importante es que tenga entidad propia. Ahora mismo estamos incluidos en la especialidad de Enfermería Pediátrica, pero a largo plazo aspiramos a ser una subespecialidad”. Así lo ha señalado M.ª José Cano, presidenta de la Asociación Española de Enfermería Neonatal, en declaraciones a Diario Enfermero, con motivo del VII Congreso de Enfermería Neonatal que se ha celebrado en Madrid y al que han asistido más de 280 profesionales.

Como explica esta enfermera, “las residentes de Enfermería Pediátrica, desde que existe la especialidad y se forman vía EIR, rotan por las unidades, pero una unidad neonatal, dependiendo del tamaño que tenga, necesita un volumen de personal muy alto, pueden llegar a ser 200 enfermeras, -como es el caso del hospital Vall d’Hebron donde trabaja. No hay tanta enfermería especializada, están en ello, pero la pediatría es muy amplía y neonatología es muy concreto”, ha destacado.

Sin embargo, “nadie sabe lo que es tener un niño en la UCI neonatal, ni lo que es un niño prematuro, hasta que no tiene esa experiencia”. Así lo cuenta Vanesa Hernández, madre de una niña prematura que hoy tiene ocho años y presidenta de la Asociación de Padres y Madres de Prematuros de Tenerife (Apremate). Por ese motivo también están presentes en este congreso. “Nos hemos dado cuenta, incluso hablando con profesionales de enfermería, con pediatras, que desde que las asociaciones vamos a los hospitales baja mucho el nivel de ansiedad, los padres descansan un poquito mejor y les ayuda a ver que no son ellos los únicos que han pasado por eso y, sobre todo, esa perspectiva de futuro al saber que tu niña ha salido adelante.

Para esta madre que estuvo más de tres meses con su bebé ingresada en un hospital, las enfermeras son lo más importante. “Yo siempre decía que me encantaba que me llamaran “mamá”, porque me hacían recordar que estaba ahí por algo, y ellas me decían que lo hacíamos ‘porque no nos sabemos los nombres’, pero ayuda un montón. Al final son parte de la historia de Ainara y cuando las vemos las paramos, vamos de visita, porque fueron las que nos acompañaron en un proceso que yo diría que fue el más duro de mi vida”, ha destacado.

Novedades

Entre las novedades que se han presentado a este congreso está un proyecto para disminuir las infecciones relacionadas con las inserciones de catéteres, otro sobre seguridad neonatal, así como la creación de un “grupo de trabajo para que las unidades neonatales también puedan ser certificadas como unidad neo-IHAN (Iniciativa para la Humanización de la Asistencia al Nacimiento y la Lactancia), no sólo hospital IHAN”.

“También pretendemos fomentar la investigación en enfermería, porque si investigamos creamos evidencia científica, que es en lo que tenemos que basar todos los cuidados que aplicamos al neonato”, ha destacado la presidenta de la Asociación Española de Enfermería Neonatal.

Formación, investigación, compartir experiencias, han sido la parte central de un congreso en el que la simulación ha tenido un lugar destacado, con un taller práctico desarrollado por Leticia Bazo, profesora en la universidad Rovira i Virgili. Para esta enfermera pediátrica “está más que comprobado, tanto en nuestra disciplina, en la enfermería, como en cualquier otra, que aprender sobre el error, el aprender con un ejercicio hecho sobre un maniquí, nos va a hacer que cuando lo llevemos a la realidad lo hagamos mucho mejor”.