El papa Francisco ha fallecido a los 88 años este lunes 21 de abril de 2025. El Pontífice, que ha ocupado el cargo hasta su muerte, fue nombrado hace 13 años; más de una década en la que ha difundido mensajes de paz y concordia a lo largo de todo el mundo. Además, el Santo Padre ha defendido y elogiado en varias ocasiones la profesión enfermera, llamando a estas profesionales “ángeles de esperanza”.

Su compromiso con la profesión del cuidado a los demás lo mostró en multitud de ocasiones, pero una de las más relevantes fue cuando el 12 de mayo de 2020, Día Internacional de la Enfermería durante el año en el que llegó la pandemia con coronavirus, dedicó un discurso íntegro a esta profesión en el que recordó que las enfermeras “siempre han desempeñado un papel central en la asistencia sanitaria”.

Vocación particular de las enfermeras

En su discurso, el papa Francisco aseguró que las enfermeras y enfermeros “son hombres y mujeres que han dicho ‘sí’ a una vocación particular: la de ser buenos samaritanos que se hacen cargo de la vida y de las heridas de los demás. Custodios y servidores de la vida que, mientras administran las terapias necesarias, infunden ánimo, esperanza y confianza”.

Asimismo, el Santo Padre expresó que, “la responsabilidad moral guía la profesionalidad de las enfermeras, que no se reduce al conocimiento científico-técnico, sino que está constantemente iluminada por la relación humana y humanizadora con el paciente”. “Al cuidar a mujeres y hombres, niños y ancianos, en todas las etapas de su vida, desde el nacimiento hasta la muerte, participáis en una escucha continua, encaminada a comprender cuáles son las necesidades de ese enfermo, en la etapa que está atravesando. De hecho, frente a la singularidad de cada situación, nunca es suficiente seguir una fórmula, sino que se  requiere un continuo —¡y fatigoso!— esfuerzo de discernimiento y atención a cada persona”, dijo.

Sobre esa vocación, el papa Francisco aseguró que, por esa entrega enfermera, estas profesionales forman parte de los “santos de la puerta de al lado”. “Sois la imagen de la Iglesia que continúa llevando a cabo la misión de Jesucristo, que se acercó y curó a las personas que sufrían todo tipo de males y se arrodilló para lavar los pies de sus discípulos. ¡Gracias por vuestro servicio a la humanidad!”, expresó.

Inversión en enfermería

Además, aprovechó la ocasión para reivindicar los derechos laborales de este colectivo y pidió mejores condiciones para las enfermeras. “Los enfermeros y enfermeras, así como las comadronas, tienen derecho y merecen estar más valorizados e involucrados en los procesos que afectan a la salud de las personas y de la comunidad. Se ha demostrado que invertir en ellos favorece los resultados en términos de atención y salud en general. Por lo tanto, es preciso potenciar su perfil profesional proporcionando herramientas científicas, humanas, psicológicas y espirituales para su adecuada formación; así como mejorar sus condiciones de trabajo y garantizar sus derechos para que puedan llevar a cabo su servicio con plena dignidad”, explicó en su discurso.

Por último, el papa Francisco dedicó un agradecimiento concreto a las matronas: “De modo particular, las comadronas, que asisten a las mujeres embarazadas y las ayudan a dar a luz a sus hijos, os digo: vuestro trabajo es uno de los más nobles que existen, dedicado directamente al servicio de la vida y de la maternidad. En la Biblia, los nombres de las dos parteras heroicas, Sifrá y Puá, se inmortalizan al comienzo del libro del Éxodo (cf. 1,15-21). También hoy el Padre celestial os mira con gratitud”.

“Que este aniversario coloque la dignidad de vuestro trabajo en el centro, en beneficio de la salud de toda la sociedad”, concluyó su discurso con motivo del Día Internacional de la Enfermería.