Marcos Gómez Jiménez. – Un estudio publicado por el Centro de Investigación en Salud de la Facultad de Enfermería de la Universidad de Pensilvania ha revelado los grandes riesgos asociados a la sustitución de enfermeras por personal menos cualificado en los hospitales. La investigación, que analizó los resultados de una encuesta a más de 6,5 millones de pacientes en nada menos que 2.676 hospitales de EE. UU., ha destacado la importancia de las enfermeras en la gestión del cuidado hospitalario y el peligro que representa reducir su presencia.
Según el estudio, la disminución en la proporción de enfermeras esta relacionada con un aumento del 7% en la probabilidad de mortalidad de los pacientes durante su estancia hospitalaria.
Además, sustituir a las enfermeras se ha asociado con mayores tasas de readmisión, estancias más prolongadas y una notable disminución en la satisfacción de los pacientes. La investigación estima que si cada hospital de EE. UU. Redujese el número de enfermeras en un 10%, podrían darse anualmente casi 11.000 muertes evitables entre los pacientes.
Impacto económico y seguridad
El estudio también desmonta la creencia de que sustituir a las enfermeras por personal con salarios más bajos conlleva ahorros significativos para los hospitales. Ya que, por lo contrario, los investigadores concluyen que las estancias hospitalarias más prolongadas y los reingresos evitables eliminan cualquier ahorro que tenga que ver con los costes laborales. Se estima que estos reingresos podrían traducirse en 68,5 millones de dólares en costos evitables.
“En lugar de reducir la presencia de enfermeras, los hospitales deben enfocarse en mejorar las condiciones laborales para retener a este personal crucial. Los usuarios no pueden evaluar adecuadamente la dotación de enfermeras en los hospitales, y en todos los estados, excepto dos, no existen normas mínimas que protejan la seguridad de los enfermos», ha expresado Linda Aiken, enfermera e investigadora estadounidense.
El rol de las enfermeras como gestoras
Este estudio subraya la importancia de las enfermeras en la atención directa al paciente, y también, su papel vital como gestoras dentro del entorno hospitalario. Karen Lasater, autora principal del estudio, advierte que el agotamiento entre las enfermeras, exacerbado por la falta crónica de personal y malas condiciones de trabajo, es un problema que los hospitales que se debe abordar de raíz. “Reemplazar a las enfermeras por personal menos capacitado, lejos de ser una solución, podría empeorar la situación y poner en peligro la vida de los pacientes”, expresa Lasater.
El estudio deja claro que las enfermeras no solo son indispensables para la atención diaria, sino que su papel como gestoras es crucial para garantizar la seguridad, eficiencia y calidad en la atención hospitalaria. Los hospitales deben reconocer y valorar su aporte, asegurando las condiciones necesarias para que puedan desempeñar su labor de manera óptima.