ÁNGEL M. GREGORIS.- El cáncer colorrectal ocupa el segundo lugar en incidencia entre los tumores malignos, lo que supone aproximadamente el 10-15% de todos los tumores. Un equipo de enfermeras del Servicio de Quirófano de Hospital Reina Sofía de Tudela (Navarra) ha realizado un estudio publicado en la revista Pulso con el objetivo de revisar los aspectos clave en la prevención de lesiones intraoperatorias en el paciente sometido a resección colorrectal por laparoscopia. Actualmente, se ha incrementado el tratamiento quirúrgico de este tumor por laparoscopia debido al limitado trauma quirúrgico que ocasiona. Estos pacientes experimentan menos dolor, una recuperación de la función intestinal más rápida, una deambulación precoz y estancias hospitalarias más cortas, lo que reduce el riesgo de complicaciones postoperatorias.
Para las investigadoras, la posición del paciente en la mesa quirúrgica es un factor de riesgo que puede acarrear consecuencias negativas cardiológicas, respiratorias y neurológicas. “Todo el equipo quirúrgico está obligado a vigilar el adecuado posicionamiento del paciente en la mesa de operaciones”, destacan las enfermeras.
Durante el periodo intraoperatorio intervienen diversos miembros del equipo quirúrgico, cada uno de ellos con funciones específicas, pero unidas entre sí para proporcionar la máxima seguridad y eficacia al paciente. En el estudio se identifican tres momentos en los que el objetivo general de la asistencia de enfermería está orientado a garantizar el éxito. En primer lugar, durante la preparación y verificación del quirófano, en el que se debe comprobar el perfecto funcionamiento de la tecnología, preparar el material necesario y asegurarse de que la documentación del paciente está completa y la historia preanestésica sea correcta. Posteriormente, son las encargadas de realizar la cumplimentación del checklist al paciente quirúrgico, que permite a los profesionales registrar la comprobación de unos aspectos directamente relacionados con un proceso de atención seguro. Durante el proceso, la enfermera tendrá que comprobar la identidad del enfermo, informarle comunicándole las sensaciones que experimentará en las fases pre, intra y postoperatoria, comprobar diagnóstico y la intervención quirúrgica a realizar, confirmar las ayunas, alergias…
Por último, las enfermeras son imprescindibles durante los cuidados intraoperatorios al paciente quirúrgico en momentos como la monitorización, la inducción de la anestesia y preoxigenación, intubación endotraqueal, conexión del tubo a la ventilación mecánica invasiva y fijación del tubo.
“La elección de la mejor posición es fundamental para evitar traumar, permitir un buen abordaje al cirujano y un buen control hemodinámico al anestesista para el éxito de todo procedimiento. Por ello, se deben integrar las intervenciones de enfermería que garantizan el cuidado seguro del paciente y el rol que cumple dentro del quirófano, así como reforzar las prácticas para disminuir la posibilidad de eventos adversos por variabilidad en la práctica clínica, olvido de pasos esenciales, errores en la identificación del paciente…”, concluyen las enfermeras
Un Comentario
María Yolanda
Por favor, me podéis informar sobre mi caso? Estoy desesperada, hundida
Me operaron por laparoscopia, sigmoidectomía por divertículitis de repetición y complicadas. Ya en la habitación tenía un dolor «de riñones» (creo que es el sacro) muy fuerte. Y algo noté en mis piernas, como debilidad que luego se ha transformado en dolor. Me dijo el cirujano que el dolor del sacro era por la operación. Actualmente, estoy con muchísimo dolor de esta zona sacra irradiada a glúteos, muslos por la parte posterior y lateral, caderas, rodillas y a veces los pies se me quedan fríos. Estoy que me drogaria para no sentir este dolor. Hoy es la primera noche que no me deja dormir el dolor. Qué ha podido pasar? Cómo puedo mejorar? El cirujano niega que mi dolor sea debido ni a la operación ni a la postura de la operación. Me derivó a la Rehabilitadora. Estoy en un grito. Me pueden ayudar? El dolor es constante durante horas y horas, todo el día, todos los días, llevo 90 días así. Y sobre ese dolor siento como pinchazos continuos. Muchas gracias.