MARINA VIEIRA.- El último informe de ONUSIDA describe que actualmente existen más de 35.3 millones de personas infectadas por VIH en el mundo. Se ha producido una disminución del 33% en la aparición de nuevas infecciones y del número de muertes en comparación con el año 2001. Todo ello gracias a los programas de prevención y a la aparición del Tratamiento Antirretroviral (TAR). Por este motivo, la valoración y fomento de la adherencia al TAR es un factor clave y prioritario en la práctica asistencial. Miriam Cordero Vargas, enfermera de la Universidad Pontificia de Salamanca, ha centrado su trabajo de fin de grado en la necesidad de fomentar la presencia de la enfermera en el seguimiento de pacientes con VIH/SIDA para aumentar la adherencia al tratamiento. En su estudio -publicado en el último número de la revista ROL de enfermería- la enfermera reclama mayor presencia de los profesionales de enfermería en el seguimiento de estos tratamientos, con el fin de reducir la cifra de pacientes que no lo siguen.
“Durante mis prácticas clínicas en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid, pude observar que muchos de los pacientes portadores del VIH/ SIDA en algún momento del curso clínico, habían abandonado el tratamiento antirretroviral (TAR). De hecho, muchos de los ingresos eran a consecuencia de una mala adherencia al tratamiento y a los efectos secundarios debido al mal control de la enfermedad”, por este motivo decidió centrar su trabajo de fin de grado en “analizar el grado de adherencia al TAR de este tipo de pacientes y en buscar estrategias para su optimización”.
Con este trabajo la joven enfermera pretende “aportar, a los distintos sanitarios que intervienen en el proceso terapéutico de los pacientes con VIH/SIDA, conocimientos acerca de la relevancia e importancia del tema y las formas idóneas de abordarlo. En especial va dirigido al ámbito de la enfermería, por ser los profesionales sanitarios que al pasar más tiempo junto al paciente, tienen mayor probabilidad de detectar la baja adherencia al TAR y por consiguiente tener la oportunidad de establecer un plan de estrategias de optimización y seguimiento de la evolución”.
Seguimiento interdisciplinar
En su estudio, Miriam Cordero, reclama que la intervención debería ser más interdisciplinar ya que una de las principales conclusiones a las que llega es que “el 40,75% de los estudios determina que la intervención multidisciplinar aumenta considerablemente la adherencia” y por eso es necesario contar en este tipo de tratamientos con un “equipo compuesto por diferentes profesionales: personal de enfermería, médicos, psicólogos, farmacéuticos y trabajadores sociales”. Sin embargo recalca que “a pesar de que esta enfermedad se caracteriza por ser de tratamiento exclusivamente hospitalario, se debería tratar también desde un punto de vista socio-económico y considerar la idoneidad de la enfermera gestora de casos para este tipo de tratamientos”.
La enfermería clave en el TAR
La enfermera -como profesional más cercano al paciente- es un elemento esencial para fomentar la adherencia al TAR. Aunque el trabajo ha de ser de colaboración entre diferentes sanitarios, los profesionales de enfermería son indispensables para “la promoción de la salud, la monitorización y registro de la adherencia, así como los efectos adversos a la medicación, entrevistas motivacionales o consultas de adherencia” recalca Miriam Cordero.
ARTÍCULOS RELACIONADOS
Investigadores avanzan hacia la eliminación de reservorios del VIH