ALICIA ALMENDROS.- Existe un cambio de paradigma en la sanidad mundial que obliga a los profesionales sanitarios a estar en continuo desarrollo y crecimiento. Y, en concreto, el campo de los cuidados en neurología avanza de manera imparable debido a la prevalencia de las enfermedades neurológicas y las nuevas terapias que existen.

“Las enfermeras de práctica avanzada tienen un rol clave en este ámbito. Debemos tener en cuenta que en los últimos año ha habido un cambio de demandas debido a las migraciones, el envejecimiento de la población, las nuevas tecnologías que requieren un apoyo directo de las enfermeras y, además, los ciudadanos tienen mayores expectativas y piden qué es lo que quieren del sistema”, resalta Ana García, supervisora de Psiquiatría del Hospital General Universitario Gregorio Marañón y jefa del grupo de investigación en Enfermería del Instituto de Investigación Clínica del mismo hospital, durante la ponencia.

García ha hablado de investigación centrándose en la enfermera de práctica avanzada, una figura que apareció hace unos años como consecuencia de ese cambio de paradigma en la enfermería. “Ha habido un cambio de competencias, hemos empezado a liderar la promoción y prevención de la salud, hemos asumido la gestión de las patologías crónicas, potenciado la atención domiciliaria, se han empezado a implantar las especialidades… Y todo esto ha hecho que exista la figura de enfermera de práctica avanzada”, argumenta García. “Pero es muy importante que esta figura tenga liderazgo, tiene que ser un referente clínico, colaborar con otros profesionales, ejercer el don de docente, hacer diagnósticos clínicos… pero, sobre todo, promover la práctica clínica basada en la evidencia y para ello es necesaria la investigación, algo para lo que todavía nuestra profesión encuentra barreras”, añade.

Guadalupe Fontán, enfermera coordinadora del Instituto Español de Investigación Enfermera del Consejo General de Enfermería, se ha encargado de abordar cómo debido al avance de la profesión enfermera y la falta de desarrollo de legislación “es necesario regular el marco de actuación en aquellos ámbitos que no están incluidos en las especialidades que ya están desarrolladas e implantadas, como ocurre con el ámbito de los cuidados neurológicos. Como órgano regulador de la ordenación de la práctica, el Consejo General de Enfermería (CGE) promueve la elaboración de perfiles en de referencia a buenas prácticas para garantizar la calidad de la atención en base a la competencia profesional”.

La ordenación profesional es clave para garantizar unos cuidados de calidad a los pacientes y el Consejo General de Enfermería como órgano regulador de la profesión “pone en marcha este proyecto con el objetivo de avanzar y definir el marco de actuación en estos ámbitos mejorando la calidad de atención en los cuidados y los resultados en salud”, prosigue Fontán. “Y esta ordenación profesional es clave para garantizar unos cuidados de calidad a los pacientes, para avanzar en dar seguridad a los profesionales y visibilizar el trabajo que realizan”, puntualiza.

La legislación abre la puerta a las enfermeras para que, más allá de las Especialidades oficiales se pueda avanzar en la especialización mediante la acreditación de Áreas de Capacitación Específica, pero al no estar desarrollada esta última parte, es necesario sentar las bases de manera a través de la práctica clínica basada en la evidencia, el consenso y apoyo de todos los profesionales del ámbito nacional a través de la Organización Colegial que es lo que persigue este proyecto de resolución del ámbito de los cuidados neurológicos.

“Los colegios profesionales son indispensables para el fomento de los servicios de calidad y para la aplicación de la política comunitaria de calidad de los servicios profesionales, como autores de las llamadas ‘cartas de calidad’ y de los códigos de conducta ética a nivel nacional y a nivel europeo; son calificados como autoridad competente, y únicos interlocutores para informar sobre la existencia o no de expedientes disciplinarios; son indispensables para el funcionamiento del sistema de ventanilla única y son imprescindibles para el fomento de la evaluación independiente de la calidad de los servicios”, resalta Fontán. La pandemia ha dejado en evidencia que hay que rediseñar muchas cosas y “la organización colegial es quien debe impulsar la atención de calidad y el desarrollo profesional de todos los enfermeros a nivel nacional trabajando juntos en proyectos como estos”, finaliza.